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Bermejo insta al Gobierno a que vuelva a intentar la vía del diálogo con ETA "si se dan las condiciones"

Que el Gobierno no renuncia a seguir negociando con ETA pese a la ruptura oficial de la tregua se sospechaba. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, lo corrobora en una entrevista con Europa Press. "Tan arma es la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los servicios de información, como el diálogo, cuando pueda darse en las condiciones adecuadas". "Siempre que se den las condiciones, cada Gobierno deberá volver a intentar la vía del diálogo", lo contrario "sería de una frivolidad fuera de toda norma", aseguró.

Que el Gobierno no renuncia a seguir negociando con ETA pese a la ruptura oficial de la tregua se sospechaba. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, lo corrobora en una entrevista con Europa Press. "Tan arma es la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los servicios de información, como el diálogo, cuando pueda darse en las condiciones adecuadas". "Siempre que se den las condiciones, cada Gobierno deberá volver a intentar la vía del diálogo", lo contrario "sería de una frivolidad fuera de toda norma", aseguró.
L D (Agencias) El ministro se definió a sí mismo como "ecléctico" y utilizó el popular dicho "a Dios rogando y con el mazo dando", para afirmar que se "apunta" a emplear "todos los instrumentos de la ley para acabar con una lacra, que es un atavismo". "Siempre que se den las condiciones, cada Gobierno deberá volver a intentar la vía del diálogo -insistió-. Sería de una frivolidad fuera de toda norma el pretender que dándose condiciones se prescinda de la vía del diálogo. A partir de ahí cada coyuntura histórica sabrá si se puede o no, pero la constante con alguien que amenaza con matar debe ser la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de los servicios de información."
 
En cuanto a quién responsabiliza de la rotura de la tregua de ETA, el ministro señaló que "cuando uno tiene en frente a un grupo terrorista, intentar penetrar en su lógica es una tarea realmente complicada". Señaló que la pregunta había que formulársela a los responsables de la banda terrorista, que, a su juicio, "en contra de casi todos, han tomado una decisión difícilmente comprensible de la que se arrepentirán suficientemente", sobre todo, "si llegan a plasmar en actos esa ruptura de tregua". No obstante, insistió en que el Gobierno no ha tenido fácil la gestión de una tregua, en la que el PP "se ha dedicado a utilizar el asunto antiterrorista como motivo único de oposición", lo que, en su opinión, se vio "sobremanera" en el debate sobre el Estado de la Nación.
 
Según el ministro, durante la tregua, el Ejecutivo "seguía deteniendo terroristas" y desarrollando las actividades "que hace todo Gobierno en la lucha antiterrorista" y que han permitido los últimos arrestos, porque "si alguien cree que cuando se detiene a alguien, ocurre por casualidad o por inspiración divina, quizá no sepa muy bien a qué se dedican las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".  Por ello, criticó al PP por "intentar vender que el Gobierno ha bajado la guardia durante la tregua". "No seré yo quien diga si se cometieron o no errores, nada es perfecto. Pero creo que el gran error durante la tregua no estuvo de parte del Gobierno, sino de la oposición que no ha sido capaz de tener la generosidad de actuar como lo hizo este Gobierno cuando estuvo en la oposición", aseguró. "El Gobierno no habría tenido ninguna trascendencia negativa, si no fuera porque el PP hizo todo lo posible por torpedear la iniciativa. Me parece que no cabe desvincular toda la actitud del Gobierno de la actitud de la oposición", insistió.
 
El ministro admitió que el Gobierno "no supo explicar bien" la situación del preso de ETA José Ignacio de Juana Chaos, porque "la idea que caló es que De Juana era un asesino suelto y que lo había soltado el gobierno", cuando en realidad se trataba de un condenado a 3 años de cárcel por un delito de amenazas. Previamente "había cumplido 17 o 18 años" de cárcel por los 25 asesinatos por los que había sido condenado con anterioridad. "Seguro que a alguien le parece poco, pero eso es lo que la ley permitía", agregó, para afirmar que la condena posterior por amenazas la cumplía "primero en prisión, luego en un hospital y luego en otro", para volver a la cárcel al curarse, "siempre de acuerdo con las condiciones que eran necesarias". En este sentido reconoció que "es verdad que hay un cambio, que antes había una tregua y luego no".
 
Respecto a si tras la rotura de la tregua, el Gobierno debía haber dado más explicaciones, el ministro dijo que lo que quiere el ciudadano "es que esto avance y si eso exige sigilo no le importa. Lo que quiere es ver el final del túnel, y este tipo de cosas necesita una discreción de la que no siempre se hace gala". "Si esto ha saltado a los medios -añadió-, no ha sido por una necesidad del ciudadano de saber más de los detalles, sino porque ha habido una oposición que no se ha resignado a su papel de colaboradora del Gobierno en este tema (el terrorismo) y ha intentado sacar partido político de la oposición. Me parece deleznable. Recuerden la tregua anterior, si se preguntó o no, porque había una oposición que no preguntó."
 
Por su parte, el ministro aseguró que los Servicios Jurídicos del Estado están "permanentemente atentos a lo que ocurre" y, "si llegan a existir pruebas de que ANV es un conglomerado batasuno o está en sintonía con ETA del modo que la ley de partidos exige que lo estén", actuarán en consecuencia. Para establecer o negar esa vinculación, el ministro dijo que había que tener en cuenta tanto que en ciertos ayuntamientos hayan creado comisiones en apoyo de presos como que un sector de ANV ha transmitido "un mensaje nítido a Batasuna en sentido contrario, explicando que si ETA volviera a atentar habría consecuencias".
 
En este sentido, recordó que cuando el tribunal Constitucional confirmó la impugnación de 133 listas de ANV dijo que haber ilegalizado a todo el partido "hubiera sido desproporcionado". En su opinión, la legislación española actual contra el terrorismo es suficiente para luchar contra ETA, aunque dentro de un año o dos se considere necesario mejorar algún aspecto. "A día de hoy las herramientas del Estado de Derecho están muy bien afinadas. Llevamos 40 años de lucha acendrada. Somos un buen ejemplo a seguir", añadió.

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