L D (EFE) En la entrevista con la cadena norteamericana, Petraeus dijo que en el informe que ofrecerá a mediados de septiembre junto con el embajador de EEUU en Bagdad, Ryan Crocker, expondrá "cuándo podemos comenzar a enviar a nuestros soldados a casa, sin reemplazos".
Petraeus se hizo cargo de las fuerzas en Irak para llevar a cabo el plan de Bush de reforzar la presencia en Bagdad y en la provincia de Anbar. "Sabemos que ese aumento de tropas tiene que terminar", apreció el comandante. "Hemos dicho a nuestros soldados que no pediremos ninguna extensión ciertamente por más de 15 meses", añadió.
El general dijo que intenta determinar cómo reducir la presencia militar en Irak "sin renunciar a lo que hemos conseguido".
Mientras, en la Cámara de Representantes los demócratas intentan de nuevo forzar al presidente de EEUU a ordenar la retirada de las tropas. De hecho, el viernes se aprobó un proyecto de ley por el Comité de las Fuerzas Armadas y ahora debe ser abordado por el pleno de la cámara. George Bush, sin embargo, no quiere redefinir su estrategia en Oriente Medio hasta que no reciba el análisis del hombre sobre el terreno.
Corrupción del Gobierno de Malaki
El inspector general, Stuart Bowen, encargado de la auditoría de proyectos a los que EEUU destinó 44.000 millones de dólares (32.000 millones de euros) desde 2003, divulgó su informe trimestral la corrupción, la malversación y la ineficacia del Gobierno de Irak que roba las posibilidades de reconstrucción económica. El martes acudirá al Congreso para responder a las preguntas de los legisladores.
Los datos que arroja el estudio, especialmente en los últimos tres meses, han dado razones para una "preocupación grave" por la forma en que las autoridades iraquíes gestionan su presupuesto para el petróleo, obras públicas y educación.
El inspector general para el Fondo de Ayuda y Reconstrucción de Irak halló deficiencias "graves" en el proceso de transferencia de los proyectos puestos en marcha por EEUU y que luego quedan a cargo de las autoridades iraquíes. "Mis auditores descubrieron que el proceso de transferencia de bienes está en quiebra", advirtió.
Desde junio de 2006, el Gobierno de Irak "no ha aceptado formalmente un solo proyecto" de reconstrucción de este fondo establecido por EEUU. El Congreso de EEUU creó el puesto de inspector general para la reconstrucción de Irak para vigilar cómo se gastan los recursos estadounidenses.
"El fracaso del programa de transferencias causa preocupaciones acerca de la operación y el mantenimiento de los proyectos construidos por EEUU", añade el documento. "En algunos casos, EEUU ha continuado pagando por el mantenimiento de proyectos complejos que Irak no ha aceptado", señala.
Energía: inversiones millonarias, escaso suministro
Entre los ejemplos concretos de los fallos de administración se cita el de la planta Dora, con capacidad para la generación de 320 megavatios y que se consideró importante para proveer de electricidad a Bagdad. Las dos unidades de generación de la planta, que produce el 7,5 por ciento de la electricidad del país, no funcionan a pesar del gasto de 50 millones de dólares (36 millones de euros) para repararlas, según el informe.
El suministro de electricidad en Irak pasó de 3.900 megavatios en el trimestre anterior a 4.230, pero eso aún está por debajo del nivel de generación de 4.500 que existía antes de la invasión estadounidense en 2003.
La auditoría destacó también que el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki no logró una administración eficaz de su presupuesto de capital en 2006 y gastó sólo el 22 por ciento de sus recursos. Sin embargo, en el período fiscal 2007 ha habido una mejoría y el uso de los recursos podría alcanzar el 50 por ciento de los fondos si se mantienen las tendencias actuales, afirmó Bowen.
El Ministerio de Petróleo está al frente de todos los demás este año en cuanto a gastos, y ha utilizado 538 millones de dólares (390 millones de euros), el 23 por ciento de sus recursos de capital, seguido por Obras Públicas, con 174 millones (127 millones de euros), y educación, con 87 millones de dólares (63 millones de euros).
La auditoría de Bowen prestó atención especial al mayor contrato de reconstrucción en Irak en el último trimestre, de 1.330 millones de dólares (970 millones de euros) en varios proyectos de la empresa Bechtel, y que fueron emitidos por la Agencia estadounidense de Desarrollo Internacional.
Según Bowen, casi la mitad de los proyectos de agua corriente, sanidad y energía otorgados a esa compañía no alcanzaba las metas establecidas debido a cancelaciones u obras inconclusas.