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El Consejo de Seguridad autoriza el envío de fuerzas de paz a Darfur

La comunidad internacional ha dado el primer gran paso para intentar detener el conflicto islamista que se vive la región sudanesa de Darfur desde hace cuatro años. Y es que el Consejo de Seguridad de la ONU ha autorizado el envío a la zona de una fuerza de paz de hasta 26.000 efectivos, la mayoría de ellos procedentes de países africanos.

La comunidad internacional ha dado el primer gran paso para intentar detener el conflicto islamista que se vive la región sudanesa de Darfur desde hace cuatro años. Y es que el Consejo de Seguridad de la ONU ha autorizado el envío a la zona de una fuerza de paz de hasta 26.000 efectivos, la mayoría de ellos procedentes de países africanos.
L D (EFE) La resolución que autoriza el despliegue de una fuerza híbrida de Naciones Unidas y la Unión Africana (UA) era presentada por Francia, Reino Unido y Eslovaquia con el apoyo de Estados Unidos. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, celebra el resultado del voto y considera que envía un "poderoso mensaje" para "poner fin a este trágico capítulo en la historia de Sudán".

En una intervención desde la mesa del Consejo de Seguridad, Ban insta a los países interesados en contribuir con tropas a acelerar los preparativos para que la fuerza de paz puede estar sobre el terreno para finales de año. "Sabemos que esto toma tiempo, pero el tiempo no está de nuestra parte", indicaba. El secretario general añade que el siguiente paso es reforzar el diálogo auspiciado por la ONU entre el Gobierno sudanés y las fuerzas rebeldes de Darfur, que este fin de semana tiene previsto celebrar un encuentro en Tanzania.

Los 26.000 efectivos, entre soldados y personal civil, que conforman la fuerza híbrida constituyen la mayor misión de paz jamás autorizada por la ONU, según ha destacado el embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad. "Esta fuerza cuenta con el enérgico mandato de proteger a la población, y poner en práctica los acuerdos de paz de Darfur", señala. Khalilzad  insta a Jartum a cooperar con la comunidad internacional en los esfuerzos de pacificación, al tiempo que advierte que Washington está dispuesto a decretar sanciones unilaterales si juego un papel obstruccionista.

El texto es el tercero que sus patrocinadores circularon entre los 15 miembros del máximo órgano de decisión de la ONU, tras las intensas negociaciones sostenidas en las últimas tres semanas para lograr un consenso con sus críticos. China y los tres países africanos (República del Congo, Ghana y Sudáfrica) miembros del Consejo de Seguridad de la ONU consideraban demasiado contundentes las primeras versiones, en las que se acusaba directamente a Sudán por su papel en el conflicto y se le amenazaba con "medidas adicionales" si no cooperaba con la fuerza de paz.

El embajador de China, Wang Guangya, señalaba en su intervención que su objetivo siempre fue limitar la resolución al objetivo de desplegar la fuerza de paz, y alaba el papel desempeñado por Jartum. "El Gobierno de Sudán se ha mostrado flexible y cooperativo, lo que la comunidad internacional debe reconocer", agrega. Por su parte, el embajador de Sudán ante la ONU, Abdalmahmood Abdalhaleem, decía a la salida del Consejo de Seguridad que la resolución deja claro el carácter africano de la misión, y celebra que se dejara fuera del texto las amenazas a su país.

Producto de las incesantes consultas de los últimos días, el texto adoptado este martes elimina las referencias al Gobierno de Jartum, atenúa el léxico y no contempla la adopción de medidas adicionales. El conflicto en la región noroccidental del país se remonta a febrero de 2003, cuando el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) y el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) se alzaron en armas para protestar contra la pobreza y la marginación de la zona. Desde entonces, se calcula que la guerra ha causado más de 200.000 muertos y unos dos millones de desplazados y refugiados.
 
 

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