LD (EFE) En declaraciones a la cadena pública BBC, el ministro británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra), Hilary Benn, confirmó que médicos veterinarios han detectado un segundo caso de fiebre aftosa en una granja de Surrey, al sur de Inglaterra. La enfermedad se detectó en vacunos sacrificados como medida de precaución tras el primer brote.
El ministro destacó la rapidez con la que los médicos veterinarios detectaron el segundo caso lo que, en su opinión, demuestra que las medidas de control están dando resultados. Subrayó: "Es el resultado de las visitas que el personal veterinario hizo a la instalación. Ellos notaron ayer síntomas clínicos de fiebre aftosa en los animales".
Benn dijo que "se tomó la decisión rápida de sacrificarlos, y las pruebas se hicieron en la madrugada. Está en la zona de protección, lo que demuestra la necesidad de mantener la vigilancia".
Tras hallarse el primer caso, el Gobierno dispuso una zona de protección de tres kilómetros en torno a la explotación agrícola afectada y otra de vigilancia de diez kilómetros. Debby Reynolds dio la orden de sacrificar hasta cien cabezas de ganado como medida para contener el mal, que es muy contagioso entre los vacunos pero que no supone un peligro para la salud pública.