LD (EFE) En un comunicado de prensa, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia informa que la investigación llevada a cabo por personal del Ministerio de Defensa desvela que "el 6 de agosto en el territorio de la región de Gori (donde está Tsitelubani) fue arrojado un cohete táctico de la clase 'Raduga' KN-58 de fabricación rusa".
El cohete, de acuerdo con los resultados del peritaje realizado por expertos georgianos, llevaba una carga de 140 kilogramos de trilita, que no llegó a estallar. El comunicado añade que "el misil fue disparado desde un avión de combate Su-24, de fabricación rusa" que "entró en el espacio aéreo de Georgia desde el territorio de la Federación de Rusia" y lanzó el proyectil.
Al lugar del supuesto ataque, el presidente Mijail Saakashvili, tachó de "provocación" el bombardeo de territorio georgiano por parte de aviones rusos. Dijo que "esta provocación fue ideada para desatar el pánico, alterar la tranquilidad en Georgia y, como resultado, cambiar la deriva política del país". El Ministerio de Exteriores resaltó que la Fuerza Aérea de Georgia no está pertrechada con aviones Su-24 ni tienen en su arsenal cohetes de la clase "Raduga".
La Cancillería georgiana convocó al embajador de Rusia en Tiflis, Viachéslav Kovalenko, a quien se le entregó una nota de protesta. En Moscú, la Fuerza Aérea rechazó de manera tajante las acusaciones georgianas y aseguró que sus aviones no efectuaron vuelo alguno en la zona fronteriza con Georgia el día en que se produjo el incidente.