LD (EFE) En declaraciones a varios periodistas, la titular de Desarrollo Social de Irlanda del Norte, Margaret Ritchie, anunció que el Gobierno al que pertenece suspenderá las ayudas económicas que concede a la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) si esta organización terrorista-paramilitar protestante no acomete un proceso de desarme y acaba con la violencia.
Según Ritchie, los terroristas tienen sesenta días para demostrar que están dispuestos a destruir sus arsenales y a desmantelar sus estructuras de crimen organizado, tal y como hizo su rival histórico, los terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA). De otro modo, advirtió la ministra, el Ejecutivo de Belfast dejará de apoyar económicamente los proyectos de "transformación social" y superación del conflicto.
Ritchie, miembro del Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP, nacionalista moderado), dijo que "detesto las actividades paramilitares de cualquier color. La violencia, la intimidación y la criminalidad no tienen lugar en una sociedad pacífica moderna".
La UDA, el grupo terrorista más numeroso y sangriento de la provincia, fue duramente criticado cuando el pasado mes un agente de policía recibió un disparo mientras trataba de intervenir en una disputa de facciones rivales en la localidad de Carrickfergus, en el condado de Antrim. Además, la pasada semana varios agentes fueron atacados con bombas incendiarias, piedras y fuegos artificiales durante unos disturbios protagonizados por la UDA en Bangor, en el condado de Down.