L D (EFE) "Es normal lo que nos está pasando. Cuando un equipo cambia de entrenador necesita siempre tiempo para conocerle, para saber lo que quiere, lo que pide y para que se acoplen los jugadores nuevos. No estoy preocupado", reconoció. Cannavaro auguró que el "partido del domingo es distinto a los amistosos", dando importancia al primer título de la temporada, en el encuentro de vuelta de la final de la Supercopa, y realizó una lectura positiva de la derrota por un gol a cero de la ida.
"Me quedo con el segundo tiempo de Sevilla, no el primero. Jugábamos en su casa y es normal que el equipo local empiece el partido mejor, pero al final hicimos un buen partido. Otros años nos han chutado quince veces y este año una, hemos mejorado", explicó. A la vez, defendió el trabajo del nuevo técnico, el alemán Bernd Schuster, justificando que las numerosas derrotas de pretemporada han llegado con muchas pruebas para ver el nivel de los jugadores madridistas.
"Sólo llevamos veinte días trabajando con Schuster y estamos entrenando muy bien. Hemos jugado muchos partidos en verano, con muchas derrotas, pero han jugado hasta 28 jugadores distintos y el entrenador ha pedido a cada uno que dé el máximo. Hemos trabajado mucho y lo importante llega ahora", opinó. "Estamos en pretemporada y cuando un equipo está en esta fase el resultado no es lo importante. Se trata de buscar cosas nuevas y de que el entrenador transmita a sus jugadores su filosofía", agregó.
Para justificar el tiempo de rodaje recordó su llegada la campaña pasada, comparándola con la de los nuevos fichajes del Real Madrid. "Estamos tranquilos, trabajando con la gente nueva, que no habla ni entiende español, como me pasó a mí el año pasado. Confío en esta plantilla, me gusta mucho. Tenemos muchos jugadores de calidad y podemos volver a ser campeones", opinó.
Repasando la pasada temporada, el central italiano rescató su final de Liga como el ejemplo a seguir ahora. "El año pasado empecé mal pero al final de la temporada estuve bien, me encontré mejor en los últimos tres meses, en los que trabajamos sólo en la Liga. Este año he trabajado mucho y he descansado la cabeza durante el verano", recalcó.
Por último, evitó comparaciones con el Barcelona. "A mí me gusta mirar a mi casa. El Barcelona ha fichado a jugadores con calidad, como Henry, y ahora muchos le tienen miedo. Yo les tengo respeto", concluyó.
"Me quedo con el segundo tiempo de Sevilla, no el primero. Jugábamos en su casa y es normal que el equipo local empiece el partido mejor, pero al final hicimos un buen partido. Otros años nos han chutado quince veces y este año una, hemos mejorado", explicó. A la vez, defendió el trabajo del nuevo técnico, el alemán Bernd Schuster, justificando que las numerosas derrotas de pretemporada han llegado con muchas pruebas para ver el nivel de los jugadores madridistas.
"Sólo llevamos veinte días trabajando con Schuster y estamos entrenando muy bien. Hemos jugado muchos partidos en verano, con muchas derrotas, pero han jugado hasta 28 jugadores distintos y el entrenador ha pedido a cada uno que dé el máximo. Hemos trabajado mucho y lo importante llega ahora", opinó. "Estamos en pretemporada y cuando un equipo está en esta fase el resultado no es lo importante. Se trata de buscar cosas nuevas y de que el entrenador transmita a sus jugadores su filosofía", agregó.
Para justificar el tiempo de rodaje recordó su llegada la campaña pasada, comparándola con la de los nuevos fichajes del Real Madrid. "Estamos tranquilos, trabajando con la gente nueva, que no habla ni entiende español, como me pasó a mí el año pasado. Confío en esta plantilla, me gusta mucho. Tenemos muchos jugadores de calidad y podemos volver a ser campeones", opinó.
Repasando la pasada temporada, el central italiano rescató su final de Liga como el ejemplo a seguir ahora. "El año pasado empecé mal pero al final de la temporada estuve bien, me encontré mejor en los últimos tres meses, en los que trabajamos sólo en la Liga. Este año he trabajado mucho y he descansado la cabeza durante el verano", recalcó.
Por último, evitó comparaciones con el Barcelona. "A mí me gusta mirar a mi casa. El Barcelona ha fichado a jugadores con calidad, como Henry, y ahora muchos le tienen miedo. Yo les tengo respeto", concluyó.