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La Policía cree que los terroristas cometieron un error al activar el temporizador en Durango

Los dos terroristas que colocaron la furgoneta-bomba que el 24 de agosto estalló en la casa-cuartel que la Guardia Civil tiene en Durango, utilizaron un temporizaron que programaron para que estallara 45 segundos después de activarlo. Según fuentes de la lucha antiterrorista, los criminales cometieron un error u olvido. Explican que tras aparcar el vehículo y subirse al auto alquilado en Portugal para huir, los etarras dieron un volantazo, regresaron y uno de ellos, con la gorra calada, se introdujo en la furgoneta para, posiblemente, activar el temporizador.

Los dos terroristas que colocaron la furgoneta-bomba que el 24 de agosto estalló en la casa-cuartel que la Guardia Civil tiene en Durango, utilizaron un temporizaron que programaron para que estallara 45 segundos después de activarlo. Según fuentes de la lucha antiterrorista, los criminales cometieron un error u olvido. Explican que tras aparcar el vehículo y subirse al auto alquilado en Portugal para huir, los etarras dieron un volantazo, regresaron y uno de ellos, con la gorra calada, se introdujo en la furgoneta para, posiblemente, activar el temporizador.
LD (Agencias) Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por la agencia de noticias Europa Press aseguraron que los terroristas que hicieron estallar el coche-bomba en la contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Durango (Vizcaya), utilizaron un temporizador que programaron para que estallara 45 segundos tras activarlo y huir en un automóvil alquilado en Portugal.
 
En un relato a las fuentes de la agencia, los expertos consideran que los terroristas cometieron "algún error" que les obligó a regresar a donde habían aparcado la furgoneta-bomba, manipular de nuevo el artefacto y huir antes de la explosión. Los investigadores creen que el error esta relacionado con la activación del temporizador.
 
Las fuentes explicaron que el criminal que aparcó marcha atrás la furgoneta a espaldas de las instalaciones policiales alrededor de 3:30 horas de la madrugada del 24 de agosto, se bajó del vehículo para subir al Seat-Ibiza en el que le esperaba otro etarra. Enseguida, abandonaron el lugar aunque a los pocos segundos dieron un volantazo, regresaron y el mismo individuo, bajo una fuerte lluvia y con la gorra calada, se introdujo de nuevo en la furgoneta, manipuló el artefacto y apresuradamente se dirigió al Ibiza alquilado en mayo en Portugal.
 
De acuerdo con las fuentes, el segundo vehículo pudo llegar al País Vasco inmediatamente después de recogerlo en Oporto, tras el pago adelantado con documentación falsa en El Algarve, y escondido hasta el día del atentado. Los investigadores también tratan de averiguar cómo abandonaron la campa de Amorebieta los terroristas: a pie hacia la localidad vizcaína o en un tercer coche, ya que a esa hora no hay transporte público.
 
Los investigadores consideran que el atentado en Vizcaya es obra de etarras no fichados por la Policía y que cuentan con infraestructura casi intacta a pesar de las detenciones de principios de este año, después de que el 23 de diciembre de 2006 la Ertzaintza localizó casualmente un "zulo" de ETA en Amorebieta. De hecho, las Fuerzas de Seguridad aún buscan a la terrorista Saioa Sánchez.

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