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Menchov da un golpe de autoridad en la Vuelta

El italiano Leonardo Piepoli, el ultraligero del Saunier Duval, ha conquistado la cima de Cerler en la primera etapa pirenaica de la Vuelta a España, que ha cruzado junto al ruso Denis Menchov (Rabobank), quien da un golpe de autoridad al enfundarse el maillot oro y erigirse como indiscutible candidato número uno para repetir victoria final en Madrid.

El italiano Leonardo Piepoli, el ultraligero del Saunier Duval, ha conquistado la cima de Cerler en la primera etapa pirenaica de la Vuelta a España, que ha cruzado junto al ruso Denis Menchov (Rabobank), quien da un golpe de autoridad al enfundarse el maillot oro y erigirse como indiscutible candidato número uno para repetir victoria final en Madrid.

L D (EFE) Segundo aviso de Menchov, y con pinta de ser definitivo. En la cima aragonesa fue el protagonista entre los grandes, y aunque regaló la victoria a Piepoli, sale reforzado al aventajar en 16 segundos al español Carlos Sastre, que ha sido cuarto; en más de un minuto a Cadel Evans y Samuel Sánchez; y en más de cinco minutos al anterior líder, el belga Stijn Devolder. Hubo pacto de caballeros. Piepoli y Menchov hicieron juntos a cinco kilómetros de meta, compartieron el esfuerzo y poco a poco fueron destrozando el grupo de perseguidores. El italiano fue generoso en los relevos y Menchov, agradecido, ofreció el botín al corredor de Matxín para quedarse con la prenda dorada.

El italiano ha vivido la emoción de alzar los brazos a los 35 años para y dedicar este premio al hijo que le dará su mujer dentro de unas semanas, que se llamará Yanis, un nombre griego de hombre. Piepoli, que ya se impuso dos veces en Cerler en la Vuelta a Aragón (2002 y 2003), ha marcado un tiempo ganador de cuatro horas, 28 minutos y 21 segundos en el recorrido de 167 kilómetros que separaba Huesca de la cumbre aragonesa. Por detrás llegaban a 17 segundos el sorprendente Ezequiel Mosquera (Karpin Galicia) y Carlos Sastre (CSC), el único de los elegidos que al menos salva el barco sin hundirse. Samuel Sánchez, Efimkin y Evans se han dejado 1:03, y ya quedan descartados para sus más optimistas objetivos. José Ángel Gómez Marchante pasó las de Caín y, aunque se metió en la escapada del día, terminaba llegando destrozado a mas de seis minutos.

Menchov sale muy reforzado. Sus rivales admiten que es el más poderoso. Rindió bien en la contrarreloj y un día después se ha exhibido en la montaña. En la general ya tiene a Efimkin a 2:01, a Evans a 2:27 y a Sastre, que gana tres puestos, a 3:02. No son diferencias abismales, pero visto el rendimiento del ruso-navarro y los demás está claro que la 'pole' para Madrid es para él.

Había heridas y cuentas dientes por el hundimiento de los escaladores en la cronometrada de Zaragoza. Gómez Marchante, uno de los damnificados del reloj, se incrustó en una numerosa escapada de doce corredores que se formó en el kilómetro 27. Una fuga controlada en todo momento y que nunca pasó de los 2.30 minutos.

El madrileño del Saunier Duval era el mejor clasificado de la expedición a más de seis minutos del líder. Chente García y David López (Caisse d'Epargne), Igor Antón (Euskaltel), Serafín Martínez (Karpin Galicia) y Davide Rebellin eran los principales nombres de la expedición que se abrió pasó por los puertos de Monrepós, Serralbo y La Foradada, en pleno corazón del Pirineo oscense, entre curvas y desfiladeros que invitaban a observar el paisaje. El Discovery de Devolder y el Rabobank de Menchov jugaron su partida particular al frente del grupo, con Marchante, que intentó el despegue sin éxito, a tiro de piedra, por si acaso. El protagonismo de los doce escapados finalizó a pie de puerto, a 14 kilómetros de la cima, cuando la carretera exige algo más que presencia.

El CSC tensó la cadena con Íñigo Cuesta y seleccionó el grupo principal. Todos aguantaron menos el líder Devolder, que no dio la talla cuesta arriba. Después de unos kilómetros de estudio llegó la jugada del jaque definitivo. Atacó Piepoli y Menchov fue el único que aguantó al escalador del Saunier, un auténtico gato que tenía en su palmarés la etapa del Alto de Aitana en la Vuelta de 2004. El italiano y el ruso ya no miraron atrás, por donde se retorcían Sastre y Mosquera en la persecución. Ya sólo era cuestión de demostrar su amistad. Buen entendimiento y hasta la cima, desde donde Menchov, en un día muy despejado, ha visto Madrid mucho más cerca que los demás.

La jornada reina de la Vuelta llega en la décima jornada con el recorrido más largo de la presente edición: 214 kilómetros entre Benasque y Vallnord (Andorra). La etapa ofrece un perfil muy exigente con el Coll de Fadas (segunda categoría), el Puerto de la Cruz de Perves (segunda), el Cantó (primera) y el final en el alto andorrano, el techo de la Vuelta a 2.200 metros de altitud.

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