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Los incendios estivales que arrasaron el Peloponeso marcan las elecciones griegas

Los colegios electorales griegos han abierto este domingo sus puertas a los 9.824.223 electores que, en las próximas horas, deberán conformar un nuevo Parlamento y Gobierno con los masivos incendios de este verano como telón de fondo. Aunque, el primer ministro Costas Caramanlis sale con una pequeña ventaja, los observadores vaticinan que el resultado del voto dependerá de los indecisos, que fluctuaban entre el 10 y el 20 por ciento del electorado. Este derecho es obligatorio a partir de los 18 años.

Los colegios electorales griegos han abierto este domingo sus puertas a los 9.824.223 electores que, en las próximas horas, deberán conformar un nuevo Parlamento y Gobierno con los masivos incendios de este verano como telón de fondo. Aunque, el primer ministro Costas Caramanlis sale con una pequeña ventaja, los observadores vaticinan que el resultado del voto dependerá de los indecisos, que fluctuaban entre el 10 y el 20 por ciento del electorado. Este derecho es obligatorio a partir de los 18 años.
L D (Agencias) Los 9,8 millones de griegos convocados a las urnas lo harán tras una reñida campaña electoral entre conservadores y socialistas, marcada por los catastróficos incendios del verano y las promesas de ambos de reformar el Estado para lograr una mayor justicia social. A juicio de analistas políticos, este hecho –la catástrofe estival que causó la muerte de más de 60 personas– el electorado indeciso, que fluctúa entre el 10n y el 20 por ciento, será el que decida el resultado de estos comicios.
 
Así pues, el resultado es impredecible. La última encuesta publicada el pasado 31 de agosto, fecha límite para la publicación de sondeos, concede a la conservadora Nueva Democracia (ND) del primer ministro, Costas Caramanlis, un 31,5 por ciento de intención de voto por un 30,8 por ciento a favor del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) de Giorgios Papandreu. Aunque el ganador es incierto, todo apunta a que terminará constituyéndose una Cámara Baja conformada por cinco partidos (los dos mencionados más el Partido Comunista Griego, la Coalición de la Izquierda Radical –SYRIZA–, y la Concentración Radical Ortodoxa).
 
Ahora bien, gane quien gane deberá hacerlo por mayoría, porque el primer ministro Karamanlis anunció, a principios de esta semana, su intención de repetir los comicios antes de permitir un Gobierno de coalición, porque a su entender "la cooperación parlamentaria con el resto de partidos es imposible", en declaraciones al diario Eleftheros Tipos. Caramanlis anunció en mitad del verano que adelantaba seis meses los comicios con el objeto de ser reelegido "con un mandato fuerte para continuar con las reformas", apoyado en unos sondeos que le aseguraban entonces un fortalecimiento del apoyo parlamentario a su Ejecutivo.

No obstante, el apoyo popular a la ND ha menguado tras los escándalos de corrupción en la administración pública y la evidente incapacidad de las autoridades de reaccionar a tiempo ante el catastrófico incendio que se desató a finales de agosto en la península del Peloponeso. Cuando ya hablaban del peor verano que podían recordar, los griegos vieron la impotencia de los bomberos y el Ejército ante las llamas, que costaron la vida a 66 personas y consumieron 200.000 hectáreas de bosques y cultivos durante diez días consecutivos.

Así pues, a día de hoy, es difícil estimar los efectos de los fuegos que han arrasado Laconia, Mesenia, Ileia y Arcadia. Pero está claro que la agricultura griega ha sufrido su mayor golpe en décadas. Los incendios han acabado con la cosecha veraniega de la uva, de los cítricos y de las aceitunas; y los agricultores no sólo habían perdido los ingresos de un año entero, sino los medios necesarios para subsistir durante las próximas temporadas. Ante esta situación, el Gobierno decidió saltarse el papeleo a la hora de conceder ayudas económicas a los agricultores, que empezaron a llegar el pasado día 28, cuando algunos de los incendios todavía permanecían activos.
 
No obstante, muchos ven estas ayudas como un intento de compensar las deficientes políticas inmobiliarias mostradas a lo largo de una legislatura que comenzó en 2004 y que ahora, está en el punto de mira no sólo del PASOK, sino del mismo Parlamento Europeo, que ha acusado a Grecia de ser el único país de la UE que carece de un registro de tierras completo, a pesar de haber recibido 100 millones de euros para resolver esta cuestión.
 
Para el PASOK, no obstante, ésta es la gran oportunidad para regresar al poder tras siete años de ausencia, después de ser derrotado en 2000 por el ND. "Está claro que los incendios afectarán de forma negativa a Nueva Democracia, porque lo que ha sucedido es terriblemente serio, y el fracaso del Gobierno a la hora de gestionar, incluso, las operaciones de rescate se ha cobrado docenas de muertes", acusó el diputado socialista Andreas Loverdos.
 
Una veintena de partidos y casi 10 millones de votos
 
Tres recordar que en Grecia, el voto es obligatorio para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años (y voluntario a partir de los 70), lo que garantiza un alto porcentaje de participación, casi 10 millones de ciudadanos con derecho a voto están convocados a las urnas, en unas elecciones legislativas adelantadas a las que se presentan 21 partidos y agrupaciones. Los 9.824.223 ciudadanos inscritos en 20.509 colegios electorales deberán elegir, en los duodécimos comicios legislativos que se celebran en el país desde 1974, a los diputados del nuevo Parlamento entre 3.941 candidatos en 56 regiones electorales.
 
La ley electoral vigente desde 2004 favorece especialmente al partido victorioso pues reparte los 260 escaños de un total de 300 entre todos los partidos que logran ingresar en el nuevo Parlamento y los 40 restantes se suman a los de la formación política más votada. Así, el partido vencedor en las elecciones requiere un mínimo del 42,5 por ciento de los votos para obtener la mayoría absoluta (151 escaños) y gobernar en solitario.
 
Tras las elecciones anteriores de 2004, esa Cámara quedó integrada por representantes del partido gobernante Nueva Democracia (ND) del primer ministro, Costas Caramanlis; el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), liderada por Giorgos Papandreu; el ortodoxo Partido Comunista de Grecia (KKE), encabezado por la secretaria general Aleka Papariga, y la Coalición de Izquierda Radical (SIRIZA, ex SYN) de Aleko Alavanos.
 
La ND, de tendencia conservadora, triunfó en 2004 con un 45,36 por ciento de los votos y obtuvo 165 escaños, mientras que el PASOK logró el 40,55 por ciento de los votos y 117 escaños. Por su parte, el KKE entró en el Parlamento con el 5,9 por ciento de los sufragios y 12 escaños, y el SYN logró seis diputados con el 3,26 por ciento de los votos. Mientras que los dos mayores partidos, la ND y el PASOK, pugnan por cada voto para lograr el poder, el KKE y la Coalición de Izquierda apuestan por aumentar sus porcentajes y restarles votos a los dos mayoritarios, al tiempo que descartan cualquier colaboración entre ellos y con otros partidos.
 
Del resto de partidos, sólo la extrema derecha Alerta Ortodoxa Popular (LAOS), de Giorgos Karachaferis, parece tener posibilidades de entrar en el Parlamento tras los comicios de mañana. El resto de las agrupaciones que, pese a su bajo apoyo popular, se presentan son: Los Ecologistas Griegos Dimostenis Vergis, Luz-Verdad-Justicia, Partido de los Liberales, Partido Socialista Luchador de Grecia (ASKE), Organización para la Reconstrucción del KKE, y Frente de la Izquierda Radical.
 
También el Partido Comunista de Grecia (Marxista Leninista), Unión de Centro, Desarrollo Civil de la Periferia, Alianza Liberal, Democracia Mundial Hellas, Unión de la Izquierda Anticapitalista, Marxista Leninista Partido Comunista de Grecia, Nuevo Partido de Salvación Demócrata Cristiano, Solidaridad Democrática y Ecologistas Verdes.

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