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Rouco sobre el ataque a la religión en una muestra: "El amor a Dios no genera violencia sino mártires"

El cardenal arzobispo de Madrid ha explicado que muy al contrario de lo que se pretende decir en exposiciones como Dios(es). Modos de Empleo, "el amor a Dios no genera violencia sino mártires". En COPE, Antonio María Rouco Varela se ha preguntado cómo es posible que nos hayamos olvidado tan pronto de que dos de las más horrendas tragedias de la humanidad, "las del siglo pasado, con sus dos guerras mundiales y con dos regímenes políticos", negaban "explícita y militantemente a Dios".

El cardenal arzobispo de Madrid ha explicado que muy al contrario de lo que se pretende decir en exposiciones como Dios(es). Modos de Empleo, "el amor a Dios no genera violencia sino mártires". En COPE, Antonio María Rouco Varela se ha preguntado cómo es posible que nos hayamos olvidado tan pronto de que dos de las más horrendas tragedias de la humanidad, "las del siglo pasado, con sus dos guerras mundiales y con dos regímenes políticos", negaban "explícita y militantemente a Dios".
(Libertad Digital) El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en su habitual alocución de los domingos en la Cadena COPE, se refirió a la exposición Dios(es). Modos de Empleo, que se exhibe en el Centro Cultural de la Villa, y recordó que "el amor a Dios no genera violencia sino mártires".
 
El cardenal manifestó que “se dice, y se pretende mostrar, en una exposición con un acercamiento superficial y supuestamente neutral y objetivo al fenómeno de las religiones, que la fe en Dios y que el amor a Dios genera violencia. Lo que ha sido verdad a lo largo de toda la historia, muy especialmente la del siglo XX,  es todo lo contrario: el amor a Dios, presentado, encarnado y entregado en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, lo que produce es amor misericordioso, ofrecido en total gratuidad al hombre. ¡Produce Mártires!”.
 
Por esto, el arzobispo de Madrid señaló que “no es extraño, por tanto, que los detentadores del poder humano pretendan hacer comprender a las jóvenes generaciones lo contrario". Así, Rocuco Varela se preguntó: "¿Es posible que nos hayamos olvidado tan pronto de las más horrendas tragedias de la humanidad, las del siglo pasado, con sus dos guerras mundiales y con dos regímenes políticos que, negando explícita y militantemente a Dios, despreciaron al hombre y lo humillaron hasta los extremos más inconcebibles del genocidio y de su eliminación por millones?”.
 
Por último, afirmó que “ciertamente, los actuales fanatismos religiosos no se curarán negando la verdad y el amor de Dios a través de fórmulas criptoreligiosas de un laicismo radical y autosuficiente, sino buscándola y encarnándola lo más auténticamente posible”.

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