L D (EFE) El Valencia comenzó con una actitud muy reservada y pareció encerrarse atrás a esperar al Schalke y especular con la posibilidad de un contragolpe. Eso hizo que el partido se jugara en la mitad del equipo español, pero el Schalke tardó mucho en lograr llevar algún peligro a la portería de Cañizares gracias ante todo al gran trabajo de la defensa levantina. Los esfuerzos ofensivos del Schalke terminaban a diez metros de la portería o se esfumaban en pases al vacío, ante los que los defensas valencianos daban oportunamente el paso al frente para provocar el fuera de juego.
La actitud conservadora del equipo de Quique Sánchez Flores, así como el hecho de que el Schalke se estrellase constantemente contra la muralla defensiva rival, hizo que hubiera que esperar media hora para que se dieran las primeras ocasiones gol. Cuando estas llegaron, lo hicieron por partida doble y el Valencia puede darse por bien librado de no haberse visto en desventaja en los minutos 30 y 32. Primero, un centro del brasileño Rafinha fue rematado de cabeza por Kevin Kuranyi y la pelota pasó muy cerca del poste derecho de Cañizares. Dos minutos más tarde, Kuranyi tuvo una oportunidad aún mayor cuando recibió un pase dentro del área de Gerald Asamoah y remató ligeramente desviado.
No obstante, quienes llegaron a pensar que esas dos ocasiones de Kuranyi eran el comienzo de una andanada alemana vieron pronto que estaban equivocados. Lo que ocurrió fue que el Valencia reaccionó y tomó el control del partido, empezando a recuperar la pelota con mayor frecuencia lejos de su propia área para pasar de inmediato al ataque poniendo en algunas dificultades al Schalke. Los últimos quince minutos de la primera parte fueron claramente del Valencia, que tuvo tres llegadas claras con remates dentro del área de Morientes y David Villa, que fueron directamente al cuerpo del meta Neuer, y uno desde 22 metros de Marchena que pasó muy cerca del larguero.
Con el comienzo del segundo tiempo, el Schalke pareció sacudirse un poco de la presión del Valencia y llegó incluso a haber algunas situaciones de zozobra para el equipo levantino, debido ante todo a que Cañizares no se estaba mostrando muy seguro a la hora de salir a cortar los centros. Sin embargo, todo indicaba que el Valencia tenía la situación bajo control y el Schalke ni siquiera lograba llevar verdadero peligro con los temidos lanzamientos de falta de Christian Pander. La ventaja para el Valencia llegó con un contragolpe, iniciado con un balonazo largo de Miguel que aprovechó muy bien Villa desbordando a Neuer y definiendo sin problemas.
Tras la ventaja, pese a que el Schalke arremetió y tuvo buenas jugadas de área, el control del Valencia sobre el partido se hizo más claro. Las llegadas del Schalke eran esporádicas y era el Valencia el que le imprimía su sello al partido En el último minuto, además, al Valencia le ayudó la suerte cuando Peter Lövendkrands falló desde una posición ideal cuando Cañizares ya estaba vencido.
La actitud conservadora del equipo de Quique Sánchez Flores, así como el hecho de que el Schalke se estrellase constantemente contra la muralla defensiva rival, hizo que hubiera que esperar media hora para que se dieran las primeras ocasiones gol. Cuando estas llegaron, lo hicieron por partida doble y el Valencia puede darse por bien librado de no haberse visto en desventaja en los minutos 30 y 32. Primero, un centro del brasileño Rafinha fue rematado de cabeza por Kevin Kuranyi y la pelota pasó muy cerca del poste derecho de Cañizares. Dos minutos más tarde, Kuranyi tuvo una oportunidad aún mayor cuando recibió un pase dentro del área de Gerald Asamoah y remató ligeramente desviado.
No obstante, quienes llegaron a pensar que esas dos ocasiones de Kuranyi eran el comienzo de una andanada alemana vieron pronto que estaban equivocados. Lo que ocurrió fue que el Valencia reaccionó y tomó el control del partido, empezando a recuperar la pelota con mayor frecuencia lejos de su propia área para pasar de inmediato al ataque poniendo en algunas dificultades al Schalke. Los últimos quince minutos de la primera parte fueron claramente del Valencia, que tuvo tres llegadas claras con remates dentro del área de Morientes y David Villa, que fueron directamente al cuerpo del meta Neuer, y uno desde 22 metros de Marchena que pasó muy cerca del larguero.
Con el comienzo del segundo tiempo, el Schalke pareció sacudirse un poco de la presión del Valencia y llegó incluso a haber algunas situaciones de zozobra para el equipo levantino, debido ante todo a que Cañizares no se estaba mostrando muy seguro a la hora de salir a cortar los centros. Sin embargo, todo indicaba que el Valencia tenía la situación bajo control y el Schalke ni siquiera lograba llevar verdadero peligro con los temidos lanzamientos de falta de Christian Pander. La ventaja para el Valencia llegó con un contragolpe, iniciado con un balonazo largo de Miguel que aprovechó muy bien Villa desbordando a Neuer y definiendo sin problemas.
Tras la ventaja, pese a que el Schalke arremetió y tuvo buenas jugadas de área, el control del Valencia sobre el partido se hizo más claro. Las llegadas del Schalke eran esporádicas y era el Valencia el que le imprimía su sello al partido En el último minuto, además, al Valencia le ayudó la suerte cuando Peter Lövendkrands falló desde una posición ideal cuando Cañizares ya estaba vencido.
Ficha técnica del partido
Schalke, 0: Neuer; Rafinha (Grossmüller, m.74) Westermann, Bordon, Pander; Jones, Ernst; Rakitic; Asamoah (Özil, m.60), Kuranayi y Altintop (Lövendkrands, m.74)
Valencia, 1: Cañizares; Miguel, Albiol, Marchena, Moreti; Angulo (Joaquín, m.75) Albelda, Helguera, Silva; Villa y Morientes (Arizmendi, m.80) (Sunny, m.90)
Gol: 1-0, m.62: Villa
Árbitro: Jan Wegereef (Holanda). Mostró tarjeta amarilla a Albelda (m.25), Marchena (m.52) y Moretti (m.90), por parte del Valencia; y a Bordon (m.68) y Grossmüller (m.76), por el Schalke 04
Incidencias: Partido del grupo B de la Liga de Campeones 2007/08 disputado en el Veltnis Arena de Gelsenkirchen ante unos 60.000 espectadores