L D (Agencias) No sabemos si la marca de ropa deportiva Nike –tan execrable para el pensamiento progre– se convertirá en la futura marca oficial del Gobierno. Después de la foto de Zapatero corriendo por la playa sin dejar huella ataviado con ropa de esta multinacional, este jueves su último slogan publicitario ha pasado a formar parte del argumentario del ministro Moratinos.
En un acto presidio por los Reyes, la entrega de diplomas a los 34 nuevos secretarios de embajada de la 61 promoción de la Escuela Diplomática, que por primera vez han realizado prácticas en embajadas, misiones o consulados españoles en el extranjero, Moratinos dijo que el cuerpo diplomático debe "atreverse" a asumir los retos del momento más allá de la actividad tradicional y a cumplir con los compromisos de España. Fue en ese momento, cuando, sin citarlo, el ministro echó mano del eslogan: "ser español ya no es un excusa, es una responsabilidad".
Por su parte, el Rey Don Juan Carlos también tuvo palabras de ánimo para los nuevos diplomáticos para que continúen "la densa y prestigiosa labor desarrollada por nuestra diplomacia a lo largo de los siglos" y que se ha caracterizado por "lealtad y entrega, sentido del deber e iniciativa, rigor profesional y disposición permanente de aprendizaje". Asimismo, destacó que la política exterior española está "inspirada en valores esenciales, como son la defensa de los Derechos Humanos, la democracia, la paz y la solidaridad" y consideró que la acción exterior de España "resulta esencial para contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad y a la superación de retos que superan nuestras fronteras".
Para el Rey, la "proyección de España desborda las áreas tradicionalmente prioritarias de nuestra política exterior: Europa, Iberoamérica, el Mediterráneo, sin olvidad nuestros vínculos transatlánticos". Así, dijo, "la España de nuestros días es un actor global, con intereses y una creciente presencia asimismo en Asia yen el Africa Subsahariana". Por último, pidió a los nuevos diplomáticos que presten "toda la atención necesaria al creciente peso de la cooperación española al desarrollo, volcada en las necesidades de los países más pobres y de otros, con capas de población muy desfavorecidas, con los que mantenemos vínculos históricos".