L D (Agencias) El presidente del Ejecutivo vasco, que compareció de forma extraordinaria ante los medios tras el Consejo de Gobierno semanal, consideró que las primeras declaraciones de Rodríguez Zapatero sobre su disposición a oírle no fueron "un mal inicio para lograr un espacio para la confianza". Sin embargo, lamentó que en posteriores declaraciones, dirigentes del Ejecutivo central y del PSOE hayan tratado de "cerrar las puertas" a toda posibilidad de acuerdo.
Ante la posibilidad de que en determinados ayuntamientos o territorios controlados por el PSE o el PP se impida la celebración de la consulta, indicó que "sólo faltaba que quienes no quieren dar la palabra al pueblo vasco se la quieran quitar a los alaveses, a los de Llodio o Amurrio". "¿Qué les parecería que en el referéndum sobre la Constitución europea nosotros hubiéramos dicho en Parlamento vasco que los vascos no íbamos a votarlo?", se preguntó. Ibarretxe también habló sobre las repercusiones que puede tener su iniciativa en la negociación de los presupuestos del Gobierno vasco con el PSE. "No es bueno mezclar el atún con el betún; la estabilidad y el día a día deben preservarse, y los esquemas de negociación, por nuestra parte, están plenamente abiertos con todos los partidos, también con el PSE", explicó.
De todas formas, confió en que el presidente "no tendrá ningún problema en hablar y, en su caso, negociar y acordar" con él, dado que "acaba de tener sus últimas conversaciones con ETA y Batasuna en mayo". "He abierto la mano y no es para retirarla, es para mantenerla ahí y abrir la puerta, porque creo que es posible formalizar un acuerdo político entre el presidente y el lehendakari", añadió.
Ibarretxe, que prevé celebrar una primera consulta en octubre de 2008, manifestó que el plazo existente para lograr un acuerdo con el Gobierno central es "más que razonable". Sobre este hipotético pacto, consideró que sería "un activo político inmenso". "Es una propuesta que podemos llevar adelante, y además lo haremos con un importante consenso", explicó más adelante respecto a su propuesta. Los ejes sobre los que se articularán su propuesta de pacto al presidente se basan en "un principio ético y un principio democrático". El primero, según explicó, responde a conceptos similares a los recogidos en la resolución del Congreso de 2005 sobre la posibilidad de iniciar un final dialogado de la violencia en caso de que ETA acredite de forma fehaciente su disposición a abandonar la actividad terrorista.
Confirma que habló con Zapatero en verano
El 'principio democrático' consiste en la necesidad de "alcanzar acuerdos, hablar sobre el derecho a decidir y las relaciones entre territorios vascos", entre otras cuestiones. Ante las informaciones aparecidas hoy en prensa, en las que se indicaba que Rodríguez Zapatero ya tuvo conocimiento de su proyecto el pasado verano, reconoció que lo que hizo llegar al presidente del Gobierno fue que iba a realizar un ofrecimiento para llegar a un acuerdo político. No obstante, precisó que "la hoja de ruta" en la que se concretan los pasos que espera dar en los próximos meses y años fue dada a conocer el pasado viernes.
El presidente del Ejecutivo vasco concretó su posición respecto al referéndum que prevé celebrar en 2010, que a diferencia de la consulta previa, sería ya vinculante desde un punto de vista jurídico y reflejaría la postura de la sociedad ante el acuerdo que previamente habrían alcanzado los partidos sobre el futuro político del País Vasco. Tras defender la legalidad de la consulta popular por considerar que su articulación jurídica "corresponde a las comunidades autónomas, que lo realizan con plena competencia exclusiva en la materia", añadió que ni siquiera su propuesta sobre el referéndum resolutivo "se puede catalogar de ilegalidad", puesto que lo que hará, previa autorización del Parlamento vasco, es una petición para que el Estado "autorizara la celebración de ese referéndum".
"Esa petición jamás sería ilegal. ¿Cómo va a ser ilegal si entra dentro de nuestras facultades que lo solicitemos? Cosa diferente es que el Estado lo permita o no", añadió, para luego reconocer que "ya sabemos que para hacer un referéndum hace falta autorización del Estado". En esta línea, insistió en que "el Gobierno español, en ese momento, pudiera decir que por razones políticas se hace o no se hace, porque así es como está actualmente en la normativa jurídica constitucional, pero tampoco sería ilegal que lo solicitáramos".
Seguro de un acuerdo
A preguntas de los periodistas sobre si estas palabras implican que acatará un posible veto de las Cortes Generales a su solicitud de convocar un referéndum, se limitó a repetir que "sabemos que el referéndum resolutivo se ha de dar para que tenga vinculación jurídica". Ibarretxe quiso destacar la legalidad de los planteamientos que presentó el pasado viernes en el Parlamento y aseguró que "los pilares son absolutamente limpios desde punto de vista ético y legal" y se adecuan a la Constitución y al Estatuto. Además, se mostró "seguro" de que se darán las condiciones para celebrar una consulta de esas características y de que se va a producir "un importante acuerdo" con el que no va a haber "ningún problema para que la validez jurídica del referéndum sea absoluta".
Respecto a las palabras del alcalde de Bilbao y miembro del PNV, Iñaki Azkuna, quien ayer se mostró en desacuerdo con los términos en los que se realizó la propuesta de consulta, mostró su "respeto" hacia tales afirmaciones. No obstante, subrayó que "lo realmente importante, y por lo que estoy enormemente a gusto, es porque tengo el completo y consciente apoyo del PNV, EA y EB". Sobre los efectos que pudiera tener para sus planteamientos un atentado mortal de ETA, mostró su convicción en que "el ciclo de la violencia está terminado, a pesar de que ETA nos pueda seguir dando desgarradores disgustos" y expresó su "compromiso enérgico hacia las víctimas".
Ibarretxe también fue cuestionado en torno a eventuales decisiones judiciales que puedan paralizar sus proyectos. En este caso, explicó que no prevé que haya "ningún problema". "El planteamiento es tan democrático, tan limpio, que estoy seguro que nadie va a tener intenciones de utilizar la Justicia o la Policía para impedir que la sociedad vasca se pronuncie, sea en una consulta vinculante, sea en su momento mediante un referéndum", añadió.