El Barcelona sale airoso de Stuttgart en el feliz regreso de Ronaldinho (0-2)

(Libertad Digital) La impresión que dio el partido desde el comienzo fue el de un Barça dominador y un Stuttgart arrinconado que, al menos al principio, sólo parecía preocupado por evitar lo peor ante un rival superior. El conjunto azulgrana, vestido completamente de azul celeste para la ocasión, tenía la pelota y el partido se jugaba en el campo del campeón de la Bundesliga. Así llegó muy pronto la primera oportunidad para los visitantes. En el minuto 4, Leo Messi, tras ocupar a varios jugadores del Stuttgart dentro del área, cedió el balón atrás para que Deco rematara desde unos 20 metros y el balón diera en el poste. La mala fortuna se cebaría en ese instante con Márquez, que se lesionó y tuvo que dejar su puesto a Carles Puyol.

El gol del Barcelona sólo parecía cuestión de tiempo. Messi tuvo una gran ocasión pero falló ante el bien colocado meta Schafer. Poco después, otra vez la 'Pulga' volvió a perder el duelo con Schafer y en el minuto 23 sería Thierry Henry quien fracasaría ante el meta alemán, cuando un gran pase de Ronaldinho lo había dejado sólo y en posición de marcar. Hasta ese momento, las esporádicas ofensivas del Stuttgart parecían no ser más que intentos desesperados por desahogarse y descansar un poco del aplastante dominio barcelonista. El recurso era el pelotazo arriba, buscando a Mario Gómez, además que una que otra incursión de Boka o de Hilbert por las bandas.

Pero el guión cambió en el último cuarto de hora del primer tiempo, cuando el Stuttgart pareció sacudirse el dominio del rival y tuvo dos grandes ocasiones. En el 33, Víctor Valdés tuvo que esforzarse para parar en dos ocasiones sendos remates de Gómez, y ya sobre el final el sueco Farnerud estuvo a punto de marcar cuando recibió un centro de Gómez que lo dejó ante la puerta vacía pero el balón le rebotó en el pie y se fue en dirección a las manos de Valdés

Sin embargo, el gol del Barça llegó no como producto del claro dominio que había mostrado en la primera parte, sino como resultado de una cadena de errores defensivos del conjunto alemán en un saque de esquina. Ronaldinho, completamente desmarcado, remató de cabeza en el disparo. El balón lo rechazó Schafer, pero Mario Gómez le estorbó la visibilidad a su propio portero, que sólo paró a medias, y dejó el balón en los pies de Puyol para que éste marcara sin problemas.

El segundo gol, un cuarto de hora después, sí llevó la marca del dominio del primer tiempo: Henry desbordó por la derecha y centró atrás para que Messi rematara y sentenciara el partido con más de veinte minutos por delante. El segundo gol acabó el efímero arranque de impetuosidad que había tenido el Stuttgart y el Barcelona volvió a mostrar un dominio aplastante. El partido hubiera podido terminar en goleada y no fue así sólo porque en más de una ocasión los delanteros del Barcelona estuvieron faltos de puntería. La mala noticia para Rijkaard son las lesiones de Márquez y Puyol. Por contra, hizo debutar en Liga de Campeones a un Bojan Krkic que tuvo en sus botas la oportunidad de hacer historia y convertirse en el jugador más joven que marca un gol en la máxima competición europea.