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LLEVA A PORTADA LA CAMPAÑA ANTIMONÁRQUICA

Le Figaro critica a Zapatero por su escasa defensa del Rey

Los ultrajes a la Corona de España por parte de minorías radicales sigue captando la atención de los medios internacionales. El diario francés Le Figaro dedica su portada y un amplio editorial a la campaña antimonárquica que se vive en Cataluña, defiende la figura del Rey Juan Carlos y critica la política del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El periódico galo asegura que, en lugar de gobernar con "habilidad", el Ejecutivo ha optado por "el tratamiento de choque".  Por su parte, en el Senado, Zapatero ha acusado al PP de dar voz a las minorías radicales.

Los ultrajes a la Corona de España por parte de minorías radicales sigue captando la atención de los medios internacionales. El diario francés Le Figaro dedica su portada y un amplio editorial a la campaña antimonárquica que se vive en Cataluña, defiende la figura del Rey Juan Carlos y critica la política del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El periódico galo asegura que, en lugar de gobernar con "habilidad", el Ejecutivo ha optado por "el tratamiento de choque".  Por su parte, en el Senado, Zapatero ha acusado al PP de dar voz a las minorías radicales.
L D (Europa Press) "Crujidos en España" es la frase elegida por el editorialista Stéphane Marchand para apoyar la información que, bajo el título "Juan Carlos defiende la monarquía española", repasa los recientes episodios de contestación a la Familia Real, comenzando por la portada de los Príncipes de Asturias en El Jueves, pasando por la quema de fotografías de los Reyes en Cataluña y terminando por la petición de abdicación de algunos sectores.
 
"Hasta este año, el Rey de España era sagrado y criticarle era una ofensa impensable, insultarle un delito que podía acabar en los tribunales. El tabú acaba de saltar en pedazos y la monarquía es hoy un objetivo como cualquier otro", comienza diciendo el editorial, que critica que se use la libertad para injuriar al monarca.
 
Para el diario galo esta agitación se circunscribe a "unas minorías ruidosas" y tiene toda la apariencia de una "cacofonía que es el lugar común de las democracias modernas donde nada es más sano que la libertad de expresión".
 
No obstante, cree que España es una democracia bastante joven y, por lo tanto, "vulnerable" y que nadie la encarna mejor que Juan Carlos después de que impidiera el golpe de Estado en 1981. "Es él quien ha ofrecido a su país treinta años de desarrollo y el mayor periodo de estabilidad, prosperidad y democracia, en dos decenios de crecimiento sostenido", señala, recogiendo las palabras pronunciadas en Oviedo por el propio Rey.
 
"La envidiable salud económica de España podría hacernos olvidar su historia, pero el país no la olvida. Las heridas de la Guerra Civil y de la dictadura no se han cerrado del todo. La sociedad sigue siendo frágil, porque conoce su tendencia a las trágicas divisiones intestinas", continúa el editorial, que recalca que "a través del Rey, se apunta a las instituciones nacionales" y resalta que "el sistema federal ha otorgado una muy amplia autonomía a Cataluña y País Vasco que reclaman siempre más, con el riesgo de llevar a España hacia la desmembración institucional".
 
Clima confuso creado por Zapatero
 
"En este clima confuso donde se mezcla dinamismo económico e incertidumbre existencial sobre el fondo de la precampaña legislativa, convendría gobernar con habilidad", agrega Marchand.
 
Desde 2004, recuerda, Zapatero ha elegido, al contrario, el 'tratamiento de choque'. "En nombre del socialismo ciudadano ha lanzado a su país hacia una metamorfosis acelerada de la sociedad y ha hecho de España, vieja tierra católica, uno de los países más 'liberados' del mundo", prosigue.
 
Añade que las relaciones entre la Iglesia y el Estado han sido tensas por la aprobación del matrimonio homosexual y considera que "no todos los españoles estaban preparados para este gran giro a la izquierda" y lo que califica de tsunami de las costumbres.
 
Sostiene también que Zapatero ha optado igualmente por las formas fuertes respecto a "los separatistas vascos de ETA", una "cortesía" que, según Le Figaro, se volvió "muy embarazosa" cuando la banda reanudó los actos terroristas. "En pocas palabras, concluye el editorial, la figura del Rey no es el único tabú que vacila en España. El viejo país se ve sacudido y hace falta oír los crujidos porque dicen mucho sobre los dolores del cambio".

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