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SE INICIA EL JUICIO CONTRA 30 PRESUNTOS TERRORISTAS ISLAMISTAS

Uno de los acusados en la "Operación Nova" se exculpa alegando que era "un yonki"

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio contra 30 presuntos terroristas islamistas, detenidos en octubre de 2004 en la denominada "Operación Nova", con la declaración de dos de los imputados. El primero de ellos, Mohamed Boukiri negó toda su vinculación con los hechos que se le imputan así como su relación con el resto de acusados alegando que él sólo era "un yonki" que no conoce "a nadie".

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio contra 30 presuntos terroristas islamistas, detenidos en octubre de 2004 en la denominada "Operación Nova", con la declaración de dos de los imputados. El primero de ellos, Mohamed Boukiri negó toda su vinculación con los hechos que se le imputan así como su relación con el resto de acusados alegando que él sólo era "un yonki" que no conoce "a nadie".
L D (Europa Press) Mohamed Boukiri, de origen argelino, escribió varias cartas a Abderrahmane Tahiri, conocido como Mohamed Acraf, cabecilla del grupo. Concretamente en el segundo semestre de 2002, le envió 11 misivas, según el escrito de acusación provisional del fiscal Pedro Rubira, quien solicita para él una pena de 27 años de cárcel por los delitos de integración en organización terrorista y conspiración para cometer atentado.
 
Boukiri fue detenido el 7 de noviembre de 2004 en Alicante por la orden de busca y captura dictada en este procedimiento. Tras su arresto se le efectuó un registro personal en el que se le incautaron dos folios con escritura árabe en los que, en lengua castellana, se leía el nombre de "Mohamed Acraf". Asimismo, en el registro practicado en su domicilio alicantino se incautaron además otras cartas remitidas por Acraf en las que, entre otras cosas, le preguntaba: "Un luchador cuando quiere cometer un suicidio. ¿Qué debe hacer antes de la operación? ¿Debe leer el Corán antes?. En otra de las cartas se despide con un Dios es grande, la victoria es para nosotros".
 
No obstante, Boukiri negó todos estos hechos y añadió que el no se intercambió correspondencia con nadie porque no sabe escribir y ni siquiera escribe a su familia. En ese sentido, admitió que conocía a Acraf, pero sólo de vista y que no guardaba ninguna relación con él. Esta versión choca con la que ofreció el propio Boukiri en su día en dependencias policiales en las que admitió los hechos que se le imputan, según ha dicho hoy, por "presiones de la policía".
 
Por su parte, la primera sesión también albergó la declaración de un segundo imputado Taoufik Eddebdoudi quien negó su vinculación con los hechos. De origen marroquí, Eddebdoudi está acusado de haber sido adoctrinado en la jihad por Acraf durante su estancia en la cárcel junto a otros cuatro imputados. También mantuvo correspondencia con Acraf con el que se escribió al menos en 11 ocasiones según el Ministerio Público.
 
"Luchador para la causa de Dios"
 
En una de estas misivas, Eddebdoudi llegó a escribir: "rezo para que Dios me haga luchador para la causa de Dios y que me permita respirar el paraíso como los hermanos que están en Moscú, Chechenia, Palestina y Filipinas". El acusado, para el que el fiscal pide 11 años de cárcel por un delito de pertenencia a organización terrorista, negó haber mantenido contacto con Acraf y tan solo admitió haberle escrito una carta para "pedirle ayuda" para ponerse en contacto con su familia.
 
Por su parte, el traductor de árabe de los acusados aseguró que la frase extraída de la carta de Eddebdoudi era una "interpretación parcial de la globalidad de una carta" y añadió que construcciones como esa son "frases hechas en árabe que puede escribir cualquier religioso". En ese instante, el presidente de la sala, el juez Alfonso Guevara instó al interprete a limitarse a traducir y dejar "que sean otros lo que hagan las interpretaciones oportunas".
 
La intervención del traductor motivó también la reacción de la fiscal Dolores Delgado quien, según dijo, "habida cuenta que se ha puesto en duda la traducción del Ministerio Público", solicitó la "traducción íntegra" de la carta en la que aparecía la citada frase. Guevara aceptó la petición para "evitar interpretaciones", pese a la oposición del abogado defensor de Eddebdoudi, Sebastià Salellas.
 
El juicio comenzó con los habituales problemas de sonido en la sala con los que es especialmente crítico el juez Guevara. El magistrado, al comprobar que los acusados del interior de la celda acristalada de la Audiencia Nacional no le escuchaban, suspendió por diez minutos la vista para que arreglasen todo el dispositivo de la sala. "Parece que estamos en la Casa de Campo", espetó el juez quien incluso amenazó con no regresar de no solucionarse el problema.
 
Los acusados por la "Operación Nova", en su mayoría marroquíes y argelinos, podrían haber integrado o colaborado con distintas células radicales que planeaban atentar contra objetivos en España, como la Audiencia Nacional, que pretendían hacer volar estrellando contra las dependencias judiciales un camión-bomba.
 
La vista oral que dio comienzo este lunes y se reanudará a las 16.30, se desarrollará en sesiones de mañana y tarde los lunes, martes y miércoles, hasta su conclusión, prevista para el próximo mes de diciembre.
 
La Fiscalía solicita un total de 464 años y medio de cárcel para los 30 presuntos terroristas islamistas. Al supuesto líder de la célula, Abderahmane Tahiri, alias "Mohamed Acraf", se le acusa de crear cuatro células terroristas desde la cárcel de Topas (Salamanca) y de planear atentados en España. El Ministerio Público solicita para los procesados penas de entre 2 años y medio y 46 años de cárcel –pena que pide para el cabecilla Tahiri–, por delitos de conspiración para cometer atentado terrorista, pertenencia a banda armada, falsificación de documentos oficiales y tenencia de útiles para la falsificación de tarjetas de crédito.
 
En su escrito de calificación provisional el fiscal Pedro Rubira, encargado de la causa, señala que "Mohamed Acraf" constituyó, como emir en la cárcel de Topas, un grupo de personas adoctrinadas en el pensamiento del "salafismo yihadista", conectado a Al Qaeda. Entre sus objetivos se encontraban, además de la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo, la estación ferroviaria de Príncipe Pío, el parque Tierno Galván o la sede del PP en la calle Génova.

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