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El marido de Bhutto acusa a los servicios de inteligencia de Pakistán del atentado

La comunidad internacional ha condenado con firmeza el atentado terrorista perpetrado este jueves en Pakistán contra la ex primera ministra Benazir Bhutto y ha alertado de que el ataque –que ha causado al menos 139 muertos y 500 heridos– pretende socavar los intentos de democratización del país. El presidente pakistaní, Pervez Musharraf, ha sido el primero en condenarlo, aunque el marido de Bhutto ha acusado este viernes a los servicios de inteligencia de Pakistán de estar implicados en el atentado.

La comunidad internacional ha condenado con firmeza el atentado terrorista perpetrado este jueves en Pakistán contra la ex primera ministra Benazir Bhutto y ha alertado de que el ataque –que ha causado al menos 139 muertos y 500 heridos– pretende socavar los intentos de democratización del país. El presidente pakistaní, Pervez Musharraf, ha sido el primero en condenarlo, aunque el marido de Bhutto ha acusado este viernes a los servicios de inteligencia de Pakistán de estar implicados en el atentado.
L D (EFE) El marido de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, Asif Ali Zardari, en declaraciones a la televisión Geo TV desde Dubai, aseguró tener "pruebas documentales" de que la inteligencia paquistaní estuvo relacionada con el ataque que causó al menos 139 muertos y más de 500 heridos.

El esposo de la ex primera ministra añadió que, a su juicio, detrás de los atentados no estuvieron grupos extremistas, sino que los responsables fueron extremistas dentro del Gobierno, incluidos algunos ministros: "Si los agresores suicidas hubieran sido yihadistas, hubieran atacado a personalidades del Gobierno y no al principal partido de la oposición". Antes, Zardari había señalado que el Gobierno debía ser considerado responsable del ataque por no haber tomado las medidas de seguridad suficientes.

Bhutto, que ayer regresó a su país tras casi nueve años de exilio, había recibido amenazas de grupos extremistas de la conflictiva región tribal de Waziristán y de grupos vinculados con Al Qaeda. A su llegada a Karachi procedente de Dubai, Bhutto había declarado telefónicamente al canal de televisión ARY que no se iba a dejar "intimidar" por las amenazas de los radicales, que, subrayó, "están intentando apoderarse" de Pakistán.

Según Zardari, antes de su regreso a Pakistán la ex primera ministra había escrito una carta al presidente, el general Pervez Musharraf, en la que le señalaba su temor de ser objeto de un atentado y le daba algunos nombres de militares y miembros de los servicios de inteligencia implicados en una supuesta conspiración. El esposo de Bhutto reclamó la inmediata destitución del director general de la Oficina de Inteligencia, Ejaz Hussain Shah.
 
Reacción Internacional
 
Por su parte, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, aseguró que los dos artefactos que estallaron en Karachi al paso del convoy de Bhutto a su regreso al país tras casi nueve años de exilio y del que la ex primera ministra salió ilesa, ha sido "una conspiración contra la democracia".
 
Para EEUU , que apoya la vuelta a casa de la ex primera ministra, sus autores buscan "fomentar el miedo y limitar las libertades". "Estados Unidos apoya al pueblo pakistaní en la erradicación de las amenazas del terrorismo, y en la construcción de una sociedad abierta, democrática y pacífica", dijo Tom Casey, portavoz del Departamento de Estado de EEUU, al asegurar que "no hay una justificación política para el asesinato de gente inocente".

La presidencia de turno portuguesa de la Unión Europea (UE) también lo condenó enérgicamente y pidió a las autoridades que hagan "todo lo posible" para lograr el buen desarrollo de las próximas elecciones legislativas, previstas para principios de 2008. La UE recordó que acciones así "ponen en peligro el proceso electoral" e instó a las autoridades del país a "llevar ante la Justicia a los responsables" del mismo.

El ataque, dos explosiones simultáneas de las cuales al menos una fue obra de un terrorista suicida, dejó "conmocionado" al secretario general de la ONU , Ban Ki-moon, que confió en que "todas las fuerzas políticas actuarán unidas para fortalecer la unidad nacional".

Al condenar el atentado, el primer ministro de Australia , John Howard, apuntó a que la autoría del mismo, que aún no ha sido reivindicado, corresponde a Al Qaeda, que había amenazado a Bhutto. "Aún es temprano para poder estar seguros de ello, pero parece obra de Al Qaeda", manifestó Howard, que explicó que la red liderada por Osama bin Laden se opone a la participación de Pakistán en la "guerra contra el terror" liderada por EEUU y apoyada tanto por Bhutto como por el general Musharraf.

China , uno de los principales aliados comerciales de Pakistán, a la que ayudó a desarrollar su programa nuclear, expresó su "severa condena", a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Liu Jianchao, quien mostró su esperanza en que el país "mantenga la estabilidad social".

La India también lo condenó "duramente" y llamó a combatir "el espectro del terrorismo" de modo "fuerte y determinado".

El Gobierno y Parlamento de Indonesia rechazaron el ataque, cuyos autores son "terroristas" que "la comunidad internacional y la ONU deben ayudar a capturar", según el presidente de la Comisión de Exteriores, Defensa y Seguridad, Theo L. Sambuaga. El regreso de Bhutto es "un soplo de aire fresco para la democracia, la estabilidad y el desarrollo de Pakistán" y el ataque "daña claramente los esfuerzos del Gobierno y del pueblo paquistaníes de establecer la democracia en su país", añadió.

Canadá y México mostraron asimismo su enérgica condena por un acto por el que el Partido Popular de Pakistán (PPP), liderado por Bhutto, anunció hoy tres días de luto, durante los cuales sus banderas en todo el país ondearán a media asta.

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