Todo este enfrentamiento no tendría lugar si Jesús de Polanco, presidente de Prisa hasta su reciente fallecimiento, viviera todavía. O al menos esa es la opinión de Jaume Roures, que ha añadido que él no se hubiera "lanzado al monte" porque tenía una voluntad negociadora que "otros no han sabido asimilar". También ha querido contestar al Consejero Delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, quien compareció en el mismo foro recientemente, y dice que "todos los medios de Prisa han disparado contra nosotros y ninguno de ellos nos ha preguntado. Que quien se ha pasado años dando lecciones al resto de los mortales incurra en esta desviación le convierte en académico de la hipocresía".
De "pacificador digital" a "brujo"
Además, si Cebrián dijo en alusión al ex secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso, que era un "brujo" a quien hacen mal en atender en Moncloa, Roures recordó que cuando este dejó el cargo el consejero delegado de Prisa lo calificó de "pacificador digital" y hombre abierto al diálogo.
Roures considera que la Guerra del Fútbol no tendrá una solución inmediata en los tribunales, que resolverán en un plazo de años, pero situó su horizonte en el final de esta temporada, cuando contará con los derechos audiovisuales del Real Madrid y del Barcelona (a partir de mayo de 2008). Sobre este enfrentamiento ha resumido su versión y señala que, aunque formalmente todo gira en torno al incumplimiento del Contrato que Audiovisual Sport-Sogecable y Mediapro firmaron en julio de 2006, en realidad la clave es que su compañía se ha hecho con los derechos de los clubes de fútbol para la temporada que viene y, sobre todo, para la siguiente.
Esto explica que Prisa no haya querido negociar, según Roures, porque la estrategia de su compañía cambia el panorama de las emisiones de fútbol a favor de la diversidad de plataformas y en perjuicio de unos intereses, los de la televisión de pago, de Digital +. Esta estrategia, compartida con los clubes de fútbol cuyos derechos ha comprado Mediapro, apuesta por fórmulas de pago en el sistema de TDT (que no será sostenible solo con la publicidad), ahorrándole al consumidor el abono de 500 euros anuales (porque podrá comprar el partido por 12 euros sin condición previa).
Esto ayudará a una extensión masiva de la TDT entre los ciudadanos, a pesar de la cual Roures dijo: "en abril de 2010 no habrá apagón digital", en contra de lo previsto por el Gobierno. Para el fútbol de pago otras pantallas, como Internet, los móviles o los bares, servirán también de soporte, ha concluido Roures.