(Libertad Digital) El Rangers tuvo un respeto excesivo hacia el Barça, y los azulgrana lo aprovecharon para imponer su juego y erigirse en el claro dominador del encuentro desde el inicio. Gudjohnsen, que jugó en el centro del campo como solución de urgencia de Frank Rijkaard, fue el más activo en los compases iniciales y se movió bien entre líneas. El islandés incluso tuvo una clara oportunidad a la salida de un saque de esquina que salió fuera por escasos centímetros. El improvisado mediocentro cumplió y fue uno de los mejores de su equipo.
El Barcelona era claramente superior, pero su dominio resultó estéril. La posesión era notablemente favorable para los catalanes. Eso sí, faltó rapidez, osadía, profundidad y descaro a partir de la línea de tres cuartos para penetrar en la tupida defensa local, que tampoco sufrió en exceso para frenar al rival. Henry y Messi, quien sólo apareció una vez con peligro en el partido, pasaron desapercibidos, y fue Ronaldinho el que intentó desatascar a su equipo sin demasiado éxito. El brasileño, lejos de su mejor forma, no encontró el camino y se acabó diluyendo con el paso de los minutos, aunque bien es cierto que tuvo una clara ocasión a los 23 minutos al estrellar un lanzamiento de falta en el larguero.
En un encuentro con un ritmo tirando a cansino, el único que puso un poco de emoción fue Puyol. El capitán a punto estuvo de sorprender al portero McGregor con un remate en plancha de cabeza y dejó boquiabiertos a todo con una espectacular acción por banda derecha, con túnel incluido a Papac, que no encontró rematador. La acción de Puyol dio paso al minuto más vibrante del primer tiempo (m.40). Ronaldinho vio cómo el defensa Hutton despejó con la mano un balón que iba camino de convertirse en el primer gol y el posterior remate de Milito acabó fuera por poco. El árbitro austriaco Konrad Plautz, con una actuación que dejó bastante que desear, le perdonó la vida al Rangers al no señalar un clarísimo penalti. Los escoceses, mientras tanto, permanecían agazapados, esperando una oportunidad que pudiera decantar el partido en su favor, aunque la defensa visitante mantuvo un alto nivel de concentración.
Tras el paso por vestuarios, la superioridad visitante derivó en una fase de conformismo azulgrana que sólo creo peligro con remates lejanos a cargo de Gudjohnsen y Xavi. Henry dispuso de un claro cabezazo en el área pequeña que salió fuera para desesperación del conjunto de Rijkaard. El Barça abusó del juego horizontal y en ocasiones de los balones al área. El partido fue entrando en el terreno que quería el Rangers, que dio un primer susto con un centro de Cousin al que Ferguson no llegó por poco (m.69). McCulloch fue el siguiente en avisar de las intenciones locales.
Tardó en reaccionar Rijkaard, quien lejos de buscar soluciones en el banquillo prefirió seguir apostando por dar continuidad a un once que cada vez se convertía en más insulso y previsible. En cambio, la escuadra local fue creciendo e imponiendo su mayor capacidad física. A ello contribuyó la entrada al campo de DaMarcus Beasley. El estadounidense sustituyó a un Nacho Novo que no apareció demasiado, aunque cuando lo hizo creo peligro sobre los dominios de Víctor Valdés. Los últimos minutos transcurrieron sin mayor historia, con los dos equipos dando por bueno un empate que mantiene a ambos en los primeros puestos del grupo E. La entrada de Giovani no aportó nada. El Barça fue superior al Glasgow Rangers, pero le faltó un poco más de descaro e improvisación para llevarse la victoria ante un 'león' que no fue tan fiero como lo pintaban.
Ficha técnica del partido
Glasgow Rangers, 0: McGregor; Hutton, Cuéllar, Weir, Papac; Adam, Thomson, Nacho Novo (Beasley, m.71), McCulloch; Ferguson; y Cousin
FC Barcelona, 0: Valdés; Puyol, Thuram, Gabi Milito, Abidal; Iniesta, Xavi, Gudjohnsen; Messi, Ronaldinho y Henry (Giovani, m.81)
Árbitro: Konrad Plautz (Austria). Mostró tarjeta amarilla a Thomsom (m.36), Papac (m.50) y Weir (m.71), por parte del Glasgow Rangers; y a Gabi Milito (m.47) y Abidal (m.62), por el Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la primera fase de la Liga de Campeones, grupo E, disputado en el estadio Ibrox Park de Glasgow ante cerca de 50.000 espectadores
El Barcelona era claramente superior, pero su dominio resultó estéril. La posesión era notablemente favorable para los catalanes. Eso sí, faltó rapidez, osadía, profundidad y descaro a partir de la línea de tres cuartos para penetrar en la tupida defensa local, que tampoco sufrió en exceso para frenar al rival. Henry y Messi, quien sólo apareció una vez con peligro en el partido, pasaron desapercibidos, y fue Ronaldinho el que intentó desatascar a su equipo sin demasiado éxito. El brasileño, lejos de su mejor forma, no encontró el camino y se acabó diluyendo con el paso de los minutos, aunque bien es cierto que tuvo una clara ocasión a los 23 minutos al estrellar un lanzamiento de falta en el larguero.
En un encuentro con un ritmo tirando a cansino, el único que puso un poco de emoción fue Puyol. El capitán a punto estuvo de sorprender al portero McGregor con un remate en plancha de cabeza y dejó boquiabiertos a todo con una espectacular acción por banda derecha, con túnel incluido a Papac, que no encontró rematador. La acción de Puyol dio paso al minuto más vibrante del primer tiempo (m.40). Ronaldinho vio cómo el defensa Hutton despejó con la mano un balón que iba camino de convertirse en el primer gol y el posterior remate de Milito acabó fuera por poco. El árbitro austriaco Konrad Plautz, con una actuación que dejó bastante que desear, le perdonó la vida al Rangers al no señalar un clarísimo penalti. Los escoceses, mientras tanto, permanecían agazapados, esperando una oportunidad que pudiera decantar el partido en su favor, aunque la defensa visitante mantuvo un alto nivel de concentración.
Tras el paso por vestuarios, la superioridad visitante derivó en una fase de conformismo azulgrana que sólo creo peligro con remates lejanos a cargo de Gudjohnsen y Xavi. Henry dispuso de un claro cabezazo en el área pequeña que salió fuera para desesperación del conjunto de Rijkaard. El Barça abusó del juego horizontal y en ocasiones de los balones al área. El partido fue entrando en el terreno que quería el Rangers, que dio un primer susto con un centro de Cousin al que Ferguson no llegó por poco (m.69). McCulloch fue el siguiente en avisar de las intenciones locales.
Tardó en reaccionar Rijkaard, quien lejos de buscar soluciones en el banquillo prefirió seguir apostando por dar continuidad a un once que cada vez se convertía en más insulso y previsible. En cambio, la escuadra local fue creciendo e imponiendo su mayor capacidad física. A ello contribuyó la entrada al campo de DaMarcus Beasley. El estadounidense sustituyó a un Nacho Novo que no apareció demasiado, aunque cuando lo hizo creo peligro sobre los dominios de Víctor Valdés. Los últimos minutos transcurrieron sin mayor historia, con los dos equipos dando por bueno un empate que mantiene a ambos en los primeros puestos del grupo E. La entrada de Giovani no aportó nada. El Barça fue superior al Glasgow Rangers, pero le faltó un poco más de descaro e improvisación para llevarse la victoria ante un 'león' que no fue tan fiero como lo pintaban.
Ficha técnica del partido
Glasgow Rangers, 0: McGregor; Hutton, Cuéllar, Weir, Papac; Adam, Thomson, Nacho Novo (Beasley, m.71), McCulloch; Ferguson; y Cousin
FC Barcelona, 0: Valdés; Puyol, Thuram, Gabi Milito, Abidal; Iniesta, Xavi, Gudjohnsen; Messi, Ronaldinho y Henry (Giovani, m.81)
Árbitro: Konrad Plautz (Austria). Mostró tarjeta amarilla a Thomsom (m.36), Papac (m.50) y Weir (m.71), por parte del Glasgow Rangers; y a Gabi Milito (m.47) y Abidal (m.62), por el Barcelona
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la primera fase de la Liga de Campeones, grupo E, disputado en el estadio Ibrox Park de Glasgow ante cerca de 50.000 espectadores