(Libertad Digital) El técnico madridista, Bernd Schuster, apostó de inicio por un once plagado de rotaciones, con el propósito de dar descanso a algunos de sus hombres importantes, coyuntura que aprovecharon los gallegos para sembrar la intranquilidad en la grada desde el principio como hicieron el Olympiacos y el Recreativo de Huelva, haciéndose con el triunfo al final gracias a su capitán Raúl González, suplente en esta ocasión. Los blancos salieron como en Montjuic dormidos, y en apenas un minuto se vieron con un gol en contra de Xisco. De todos modos, no tardaron en igualar la contienda tras un penalti transformado por Van Nistelrooy, pero el Deportivo -muy ordenado y saliendo a la contra con peligro- ofreció una imagen muy sólida, generando los primeros pitos del respetable antes del descanso.
Con el paso de los minutos, el equipo de Lotina -basado siempre en su firmeza defensiva y verticalidad en ataque- iba aumentando su fe en la victoria, mientras que los locales se mostraban inoperantes y sólo creaban verdadero peligro en jugadas aisladas. Tuvo que recurrir el técnico alemán del Real Madrid en la segunda mitad a Sneijder y Raúl en un choque que necesitaba de inspiración para solventarse, y fue precisamente el capitán blanco el que desniveló la balanza, como hiciese la campaña pasada, con el segundo tanto del Real Madrid tras un gran pase de Guti. A partir de la entrada del '7' los locales se mostraron más competitivos y desplegaron su mejor fútbol. Fruto de él, otra magistral asistencia de Guti fue aprovechada por Robinho para establecer el 3-1 definitivo, resultado que mantiene a los 'merengues' como líderes de la clasificación.
El Barcelona ganó con la ley del mínimo esfuerzo al Almería. Los recién ascendidos salieron envalentonados pero se olvidaron de asustar a un Valdés que apenas tuvo trabajo. La polémica en el partido también estuvo servida. En el primer tanto, obra de Henry, el francés podría estar en fuera de juego, pero el árbitro no señaló nada. Fue de lo poco que hizo el equipo barcelonés en la primera parte. Tras el descanso, la tónica gris y apática del partido siguió. Aunque la distancia era de un solo gol, el Almería no era capaz de crear peligro, seguía sin uñas, y eso lo aprovechó el equipo de Rijkaard, aunque otra vez ayudado por el árbitro. Giovani fingió penalti, el árbitro se lo tragó y Messi, que estuvo de inicio en el banquillo, no falló.
El Sevilla sigue como si nada. Manolo Jiménez apenas ha tocado nada y son los jugadores los que parecen seguir viendo a Juande Ramos en el banquillo. Y ése puede ser el gran acierto del nuevo técnico: no tratar de imponerse sobre la base ya establecida. Por su parte, el Valencia todavía tiene mucha tela que cortar. Sin Villa ni Silva, éste equipo se queda sin animación arriba. Estaba Zigic, de quién muchos se preguntan por qué fichó, pero no es lo mismo. A los diez minutos de partido ya mandaba en el marcador el Sevilla gracias a un tanto de Kanouté. La maquinaria engrasada andaluza hizo resbalar a la valenciana, incapaz de dar réplica. La fuerza de Keita en el centro del campo, la oscura aportación de Poulsen, el desborde de Navas, el despligue de Alves y las apariciones de Luis Fabiano fueron demasiado para un Valencia sin ideas.
Por su parte, el Atlético de Madrid conquistó (0-1) el Ciudad de Valencia con un gol de Diego Forlán y sigue ilusionando a su afición tras este notable comienzo de liga situándose en la quinta posición. El equipo de Javier Aguirre controló totalmente el partido desde su inicio, y esperó a materializar alguna de las ocasiones que iba teniendo para asegurarse los tres puntos en un partido que nunca peligró para los rojiblancos. El uruguayo Forlán, en gran estado de forma, hizo el tanto visitante antes de la media hora, y a partir de ahí el Levante persiguió el empate con más ganas que fútbol, pero sin premio. Los de Di Biasi siguen inmersos en una situación dramática, pues son colistas con un sólo punto en nueve jornadas.
En La Romareda, el Zaragoza se olvidó de su crisis interna por las salidas de tono de D'Alessandro, suplente junto a Aimar, y endosó un duro correctivo (4-1) al Villarreal. El equipo de Víctor Fernández desplegó un buen fútbol y pasó por encima de los 'amarillos', que nada pudieron hacer ante el empuje local. Oliveira y Óscar abrieron la cuenta en la primera mitad, en un partido que parecía encarrilado para los maños. Pellegrini arriesgó tras la reanudación metiendo más pólvora para el ataque con Nihat y Rossi, pero Diego Milito de penalti y Sergio García se encargaron de quitar cualquier tipo de esperanza al Villarreal, que consiguió por medio de Pires el gol del honor a nueve minutos del final.
Partido de urgencias fue el vivido en el estadio Reyno de Navarra entre Osasuna y Valladolid y que concluyó con un empate (2-2) que no satisfizo a ninguno de los dos equipos tras la disputa de un vibrante partido. El Valladolid, que acumula ocho partidos consecutivos sin ganar, se las prometía muy felices con los goles de Álvaro Rubio y Jonathan Sesma, pero el coraje del equipo de Ziganda, fundamentado en un juego directo y de mucha presión hizo reaccionar a la grada, que correspondió al esfuerzo de los 'rojillos' y llevó en volandas a su equipo hacia el empate. La entrada en el campo del caboverdiano Dady, autor de los dos goles locales -el primero de ellos supuso el tanto 1.200 de Osasuna en Primera- fue clave para los del Tajonar, que pudieron llevarse el partido en un final de infarto.
El Sardinero ha sido testigo de otro gran partido de su equipo, y es que el Racing, que continúa con su gran inicio de temporada, vencía por 2-0 al Getafe en un encuentro controlado en todo momento por los de Marcelino. El equipo de Laudrup apostó por un fútbol de ataque como en White Hart Lane, pero se topó con la firmeza defensiva y la efectividad de los locales, una de las sorpresas agradables del comienzo liguero y que se llevaron los puntos con los tantos de Óscar Serrano y Jorge López. Los azulones, por su parte, no acaban de despegar y siguen en una situación muy delicada en la tabla.
En un duelo inédito en Primera División, el Murcia se ha impuesto por la mínima (1-0) al Recreativo en un choque muy igualado entre dos conjuntos en apuros en la clasificación. El reencuentro de Lucas Alcaraz con el equipo onubense sirvió para que los 'pimentoneros' lograsen tres puntos que les hacen respirar tras un irregular comienzo de temporada. El cabezazo de Regueiro en el primer minuto de la segunda mitad fue suficiente para dejar los tres puntos en La Condomina.