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Marruecos organiza protestas contra la visita

Mientras el Gobierno de Rabat mantiene el pulso diplomático con España -tras retirar a su embajador e instara las autoridades españolas a mover ficha- el aparato de agitación del reino alauí ha comenzado a funcionar dentro de sus fronteras. Fuentes consultadas por Libertad Digital pronostican una manifestación sin precedentes el próximo lunes para recibir con reproches y críticas a los Reyes en la frontera con Ceuta y Melilla.

Mientras el Gobierno de Rabat mantiene el pulso diplomático con España -tras retirar a su embajador e instara las autoridades españolas a mover ficha- el aparato de agitación del reino alauí ha comenzado a funcionar dentro de sus fronteras. Fuentes consultadas por Libertad Digital pronostican una manifestación sin precedentes el próximo lunes para recibir con reproches y críticas a los Reyes en la frontera con Ceuta y Melilla.
LD (Beatriz Mesa/Rabat) Sus majestades los Reyes visitarán el próximo lunes las ciudades de Ceuta y Melilla bajo un aluvión de críticas, reproches y manifestaciones, que según ha podido saber Libertad Digital, no tendrá precedentes. Será en las fronteras de las ciudades autónomas españolas donde los marroquíes lancen una campaña de protesta contra el viaje de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Una visita que un grupo parlamentario de amistad entre españoles y marroquíes ha calificado de provocación por dos razones, primero porque coincide con el aniversario de la marcha verde y segundo porque “el tiempo del colonialismo ha terminado y no se puede consolidar la españolidad de dos territorios que pertenecen a la soberanía de Marruecos, y así lo demuestran documentos históricos”. Para el presidente de este grupo parlamentario, Yahia Yahia,  este histórico viaje es un insulto al pueblo alauí. “Ya hemos soportando mucho tiempo la ocupación española y no vamos a permitir una burla de su corona”, añadía.
 
La visita de los Reyes a Ceuta y Melilla era un reclamo ancestral que no se anunció con antelación “por temor a las reacciones que esta noticia provocaría entre los ciudadanos”, indicó un colega de la prensa marroquí. A su juicio el mutismo sobre la visita es lo que más ha escandalizado al pueblo marroquí que hasta el jueves no se enteró por la prensa árabe y francófona del comunicado de los Reyes, pese a que la Casa Real lo anunció el miércoles. Desde aquel momento, periodistas, políticos y sindicatos auguraban una fuerte polémica, pero sin que pudiera enturbiar las relaciones privilegiadas que ambos países mantienen desde la llegada de Zapatero al Gobierno. Sin embargo la decisión del reino alauí de retirar a su embajador en España y llamarle a consulta es visto como un gesto que llega mucho más lejos de la indignación que han mostrado los distintos agentes del país sobre la presencia de los reyes en lo que siguen llamando zonas ocupadas. Esta decisión confirma a todas luces la apertura de una crisis diplomática y política entre los países vecinos, la primera desde la llegada del PSOE al poder en marzo de 2004.
 
Ningún partido político se ha mordido la lengua en las valoraciones sobre la visita oficial. Sin pactos y acuerdos previos, todos han sido tajantes y contundentes en sus declaraciones, especialmente socialistas e islamistas del PJD, para quienes “el Rey dará una imagen y un mensaje negativo a Marruecos y todo el mundo árabe” y consideran que es un ataque frontal del vecino español contra los sentimientos de los  marroquíes “Al tiempo que se desprecia intencionadamente la dignidad nacional de Marruecos”, recogía además este viernes el periódico independiente Al Massae.
 
Algunos analistas aseguran además que esta delicada visita oficial no puede efectuarse sin la complicidad del Gobierno español “que busca votos de cara a  las próximas elecciones generales”. Si realmente ésta fuera la intención del ejecutivo de Zapatero, aún se estaría lamentado de la mala jugada después del comunicado del portavoz del Gobierno que arremete duramente contra España y su alteza, hasta los medios de comunicación españoles fueron implicados en esos ataques.
 
La calle ha sido la última en expresarse. Una buena parte de la ciudadanía todavía ignora el revuelo político y mediático y siguen sufriendo las miserias de su país; la otra parece que ha puesto más interés y asegura que “para los vecinos marroquíes, el encuentro de los Reyes con las instituciones de las ciudades autónomas, fragmenta la amistad de España y Marruecos”. Sin embargo, son conscientes de que esta crisis -de momento sólo declarada por el reino alauí- tendrá que resolverse de una manera u otra porque ambos países están condenados a entenderse. “Marruecos no dejará de reivindicar las dos plazas. Se trata de una caja negra que no dejarán a los países vecinos levantar cabeza, por eso la búsqueda de una solución debe ser urgente”, comentaba el responsable de un puesto de periódicos, que se interesó por la visita de sus majestades tras comprobar el elevado número de ejemplares que estaba vendiendo los dos últimos días. 

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