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Consejos para invertir en oro

El estallido de la crisis hipotecaria en EEUU y la vertiginosa caída de la cotización del dólar en los mercados de divisas han disparado los precios del oro –tradicional valor refugio en tiempos de crisis– que se encuentran actualmente en máximos desde 1980. En este contexto, el Banco de España vendió casi un tercio de sus reservas de oro y el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, justificó esta decisión afirmando que el dorado metal ya no es un activo rentable. Desde que Solbes hizo esa afirmación, el precio del oro ha subido notablemente y un informe de Citigroup augura que la onza podría superar los 1.000 dólares. Los expertos afirman que, al margen de su valor como refugio, el oro es una inversión cada vez más rentable.

El estallido de la crisis hipotecaria en EEUU y la vertiginosa caída de la cotización del dólar en los mercados de divisas han disparado los precios del oro –tradicional valor refugio en tiempos de crisis– que se encuentran actualmente en máximos desde 1980. En este contexto, el Banco de España vendió casi un tercio de sus reservas de oro y el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, justificó esta decisión afirmando que el dorado metal ya no es un activo rentable. Desde que Solbes hizo esa afirmación, el precio del oro ha subido notablemente y un informe de Citigroup augura que la onza podría superar los 1.000 dólares. Los expertos afirman que, al margen de su valor como refugio, el oro es una inversión cada vez más rentable.

LD (Ana Díaz y J.C. Rodríguez) A pesar de las controvertidas explicaciones de Pedro Solbes, el tremendo aumento de la inflación en el mes de octubre –nada menos que nueve décimas– el elevado precio del crudo –en máximos históricos y camino de los 100 dólares el barril– y las declaraciones realizadas recientemente por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Federación de Industrias de Alimentación y de Bebidas (FIAB), que auguran una crisis global en los precios de los alimentos, no hacen más que incrementar el atractivo del oro como inversión.

El oro se utilizó durante muchos siglos como moneda de cambio a nivel económico. En la Edad Media se empezó a guardar en lingotes y durante el siglo XIX y parte del XX, este metal fue la referencia única del sistema financiero internacional. A pesar del buen funcionamiento, el patrón oro terminó por desaparecer con la llegada de la Primera Guerra Mundial.

Hoy en día todos somos conscientes de los perversos efectos de la inflación en nuestros bolsillos, ya que disminuye nuestro poder adquisitivo, desordena el sistema productivo y favorece el consumo de capital. Desde la crisis de los años 70, todos los líderes políticos y los responsables económicos hablan de controlar la inflación, pero la realidad muestra que entre el año 1950 y el 2000, la peseta ha perdido un 82 por ciento de su valor, mientras que el oro ha seguido siempre funcionado como valor refugio, según se desprende del informe "El patrón oro y la inflación en España" (elaborado por el Instituto Juan de Mariana. Según los datos oficiales, recogidos y analizados en este informe, en 40 años, el dólar ha perdido 21,5 veces su valor con respecto al oro y la libra 29".

Motivos para comprar oro

Las principales razones por las que invertir en oro son: que se trata de una "moneda" ajena al control de cualquier Gobierno y, por tanto, ajena a los "vaivenes" políticos. Que la inflación devalúa el valor de los billetes tradicionales a pasos agigantados. Y que está exento del Impuesto sobre Valor Añadido (IVA), según el capítulo V del Régimen especial del Oro de Inversión.

Los expertos en inversión aconsejan que para constituir un patrimonio que aúne la rentabilidad y solidez se debe invertir entre un 5 y un 10 por ciento del dinero disponible en oro, otros metales preciosos o en diamantes. Joaquín Van den Brule, del Centro de Inversión de Oro y Diamantes de España (CIODE), cree que lo ideal es invertir alrededor de un 15 por ciento del patrimonio en oro. Considera que, al margen de su valor como refugio, el oro ha empezado a ser rentable en los últimos cuatro años, aunque aconsejan a sus clientes que utilicen el preciado metal como una inversión a medio y largo plazo.

CIODE es una de las pocas instituciones que se dedican a la compra-venta de oro en España. Tiene un millar de clientes y lejos de lo que pueda parecer son en su mayor parte de clase media y media-alta. Trabajadores con un sueldo medio que tienen un sobrante y lo invierten en oro para protegerse de las oscilaciones de la Bolsa y de las hipotecas. Van den Brule aconseja también utilizar esta inversión de cara a la jubilación ya que, tal como está la pirámide de población, los jóvenes de 20 o 30 años es muy difícil que puedan tener una pensión con la que hacer frente a sus futuros gastos.

Aunque los beneficios de la inversión parecen obvios, esta opción sigue siendo poco usual en España y hoy en día es difícil invertir en oro en nuestro país, en parte porque no hay tradición. Así como Suiza, Alemania o Bélgica se pueden adquirir lingotes en los bancos o locales comerciales especializados y depositarlos en los bancos sin ningún requisito adicional a los de cualquier otra operación bancaria; en España, el pequeño inversor carece de información y ni siquiera los bancos son capaces de aconsejar a sus clientes al respecto. Prefieren vender hipotecas y fondos de inversión que tienen un mayor margen de intermediación.

Dónde y cómo comprar oro

Lo más importante a la hora de comprar oro es asegurarse su pureza (999 es la máxima) y, en caso de ser un lingote, que tenga un cuño reconocido internacionalmente, como puede ser Sempsa Joyería Platería, la única marca española que tiene certificado internacional para la venta de lingotes de oro. Según Van den Brule, de CIODE, también es muy importante pedir la factura, ya que a parte de ser obligatoria legalmente es la única forma de saber de donde viene el metal. Además, es recomendable que los lingotes lleven un certificado de la empresa que fabrica el lingote en donde se indique el peso, la marca, la ley, el número de identificación y la fecha de fabricación.

Respecto al peso, hay que tener en cuenta que, a mayor cantidad, menos se paga por cada gramo de oro, por lo que es aconsejable comprar lingotes de 100, 500 o 1.000 gramos.

Quizá la forma más inmediata de comprar oro sea por medio de las joyas. Pero los costes de adquisición son muy altos y se valoran mucho otros factores que no son su contenido en el preciado metal. Además, es la forma de tenencia de oro que es más fácil de perder en un robo.

Otra forma es la compra de monedas. Para ello hay que acudir a vendedores especialistas, pero por un lado también es caro, ya que se cobra la acuñación. Y es fácil, para un vendedor con pocos escrúpulos, vender monedas con el contenido en oro rebajado sin que lo note el comprador. Por eso, es importante que el comprador tenga claro que la onza troy son 31,10 gramos de oro fino y que pague por lo que lleva la moneda, no por su peso bruto. Por ejemplo, una de las monedas más conocidas del mundo es los 50 pesos mexicanos, también llamada Centenario. Esta moneda pesa en bruto 41,66 gramos, pero sólo lleva 37,5 de oro fino. Lo recomendable es comprar onzas de oro, independientemente de lo que pesen en bruto las monedas.

CIODE considera que la opción más segura a la hora de invertir en monedas de oro es la Krugerrand sudafricana, que pesa 33 gramos y tiene 31,10 de oro fino. Otras monedas aconsejables, tanto por su pureza como por su valor numismático, serían la china Panda, la Maple canadiense, la norteamericana Águila, el Nuget, el Calendario Lunar australiano, la 50 Pesos Mexicanos, la Filarmónica austriaca o la Britania inglesa, ya que cotizan a precios similares que el metal y está hechas por las Casas de la Moneda de los respectivos países de acuñación.

También hay que tener en cuenta que algunas monedas se han revalorizado por su belleza. Concretamente una Panda de 1982, que es cuando se inició la colección, no se compra por menos de 2.500 dólares, cuando su cotización actual es de 625 euros. La principal ventaja que tienen las monedas respecto a los lingotes es que si el inversor se equivoca, el margen de pérdidas es menor.

 

 

 

 

 

Sin embargo, la forma más barata con diferencia de adquirir oro es en lingotes, especialmente si no es pequeño. Hay numerosas páginas en Internet que facilitan esas compras. Only Gold en Estados Unidos, Gold Line en el Reino Unido o CIODE en España, son sólo algunos ejemplos. El principal problema que tiene la adquisición física del oro, además de los derivados del transporte, es su custodia. Los inversores profesionales invierten en barras de unos 12 kilos, pero su elevado coste prácticamente deja fuera de juego a numerosos pequeños y medianos inversores.

Compañías mineras y ETF

Una de las vías para adentrarse en el mundo del oro es por medio de las propias compañías mineras. Adquirir acciones de empresas como Barrick Gold Corporation, Golden Star Resources o muchas otras, grandes o pequeñas, que están horadando el terreno para surtir al mercado de un recurso cada vez más valioso. Pero no es muy fácil moverse en ese terreno y exige un cierto conocimiento del mercado, que en la actualidad no está muy extendido. Una de las ventajas de la inversión en acciones es que son más sensibles que la evolución del precio del metal, ya que las acciones se valoran en función de la actualización del valor futuro del stock de oro de las minas. Claro, que igual que suben más rápido también caen a mayor velocidad.

Otra forma de entrar en el mundo del oro es por medio de las ETF (Exchange Traded Fund). Una ETF es una décima parte de un lingote, ya sea de oro o de plata. Hay varias compañías que recogen los fondos de los inversores, y quedan respaldados al 100 por ciento por el metal. Es un mercado accesible para inversores relativamente pequeños y se resuelve el problema de la custodia del oro, de la cual no tiene ya que encargarse el comprador. Pero es un poco más caro, ya que hay que satisfacer costes de almacenaje y gestión.

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