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Amnistía Internacional alerta sobre el uso de internet para la represión política

Amnistía Internacional alertó hoy en Río de Janeiro de que internet puede ser convertida por algunos estados en una herramienta de represión política. Como prueba, recordó que si hace cinco años tres países disponían de sistemas de filtrado de la red (China, Irán y Arabia Saudí), ahora esa cifra se ha ampliado hasta más de una docena. También denunció la complicidad de algunas empresas multinacionales en esas prácticas.

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Amnistía Internacional alertó hoy en Río de Janeiro de que internet puede ser convertida por algunos estados en una herramienta de represión política. Como prueba, recordó que si hace cinco años tres países disponían de sistemas de filtrado de la red (China, Irán y Arabia Saudí), ahora esa cifra se ha ampliado hasta más de una docena. También denunció la complicidad de algunas empresas multinacionales en esas prácticas.

LD (EFE) La advertencia fue hecha hoy por el director de campañas de esa organización pro derechos humanos, Nick Dearden, en el II Foro de Gobernabilidad de Internet, organizado por las Naciones Unidas y que concluye mañana, jueves, en Río de Janeiro. "Muchas personas son reprimidas y arrestadas por lo que dicen en la internet por parte de gobiernos que vigilan permanentemente la red", agregó el dirigente de la organización internacional.

"En la medida en que la red se expande en todo el mundo también se expanden los métodos para filtrar, modificar, bloquear y excluir contenidos que no agradan a algunos gobiernos", agregó Dearden, ante los asistentes a un Foro que reúne a representantes de gobiernos, sector privado y organizaciones sociales de unos cien países.

Según AI, las restricciones a la libertad de expresión online han aumentado en todo el mundo, y mientras que hace cinco años se detectaron sistemas de filtrado en apenas tres países (China, Irán y Arabia Saudí), actualmente son usados en más de una docena, entre ellos Birmania, Marruecos y Tailandia. Para Dearden, si esa situación prosigue internet puede convertirse en el futuro en una herramienta de represión.

Dearden afirmó que la censura y la represión a través de la red no parece preocupar a los asistentes al Foro, ya que los representantes de los países en desarrollo están más interesados en discutir formas de ampliar el acceso y los de los países ricos en formas de combatir los crímenes.

"Los países europeos han manifestado su preocupación por el uso de internet para delitos como la pornografía infantil, el terrorismo y el fraude, pero no se pronuncian sobre el derecho a acceder libremente a internet o sobre la represión a internautas", añadió. El representante de AI agregó que "evidentemente hay una falta de voluntad política para defender la libertad. Poco hemos escuchado en estas reuniones sobre lo que ocurre con los que son reprimidos por usar internet".

La organización internacional aprovechó el Foro para pedir que los gobiernos suspendan la persecución y las legislaciones que restringen la libertad de expresión online y para que liberen a los presos que fueron arrestados por utilizar la red para trasmitir sus opiniones políticas. Según el delegado de AI, de la misma forma que el Foro ha servido para defender la ampliación del acceso a internet en todo el mundo, también tiene que ayudar a defender el derecho al libre acceso y a la libertad de expresión en la red.

Agregó que ese deber también es de las grandes multinacionales con sede en esos países y que muchas veces son cómplices de mecanismos para filtrar o suprimir contenidos. "Las empresas también tiene que garantizar la defensa de la libertad de expresión. No pueden ser cómplices de esa represión", afirmó.

Según la organización, algunas multinacionales de la informática han colaborado con el gobierno chino para crear tecnologías de control y filtro, en tanto que grandes corporaciones que ofrecen contenido para internet han aceptado las exigencias de los censores para restringir sus servicios.

Entre otros casos denunciados por Amnistía Internacional en el Foro figura el arresto de cerca de 60 ciberdisidentes en China, la detención de siete estudiantes en Siria por defender reformas políticas en la red y las medidas adoptadas por Tailandia para limitar la libertad de expresión en internet.

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