L D (EFE) Durante el vuelo, la tranquilidad y la relajación fueron la nota dominante entre jugadores y cuerpo técnico. La holgada victoria lograda el sábado, ante Suecia (3-0), que supuso la clasificación para la Eurocopa, ha provocado ese sentimiento en la selección, que el miércoles se juega el primer puesto de grupo.
Unos 500 aficionados, la mayoría jóvenes, esperaban al conjunto de Luis Aragonés en el aeropuerto de Gran Canaria, adonde llegó a las 19.00 hora insular. Los hinchas solicitaron autógrafos y trataron de fotografiarse con los jugadores, conforme abandonaban la terminal del aeropuerto, para dirigirse al autobús que los desplazó al municipio de San Agustín, donde se aloja el equipo español.
El más aclamado y agasajado fue David Silva. El valencianista es el único representante de Gran Canaria en el combinado español y los aficionados se mostraron exultantes de alegría por la llegada del jugador a su tierra. En Gran Canaria, España se encontró un calor pegajoso, especialmente notorio tras el frío con que abandonó la Península.
Los jugadores y cuerpo técnico se alojan en un hotel en la localidad sureña de San Agustín, en un paraje solitario y a unos 30 kilómetros de Las Palmas, donde el miércoles se enfrentará a la selección norirlandesa.