(Libertad Digital) Con la actitud de prepotencia que le caracteriza, ha comenzado la ministra de Fomento su intervención en la sesión de control al Gobierno de este miércoles: "quiero agradecer a esta Cámara el apoyo de ayer, que supone un estimulo para continuar con mi labor". El apoyo al que se refiere Magdalena Álvarez es el voto de dos diputados tránsfugas, y el suyo propio, Joaquín Calomarde (PP) y Román Rodríguez (NC). Dichos votos fueron los que salvaron a la ministra de su reprobación política en el Congreso. 
Más crítico ha sido el diputado del PP, Jorge Fernández Díaz, que le ha recordado que "no fue reprobada gracias al voto de dos diputados tránsfugas y a una ausencia. Si no hubiera sido reprobada por goleada". También ha querido aclarar que el PP no ha pedido su cese por "ser mujer, andaluza o por haber nacido", razones que había dado la propia Magdalena Álvarez para no asumir su responsabilidad, sino por su "prepotencia y su ineficacia, porque usted no ha sido capaz de dimitir y asumir su responsabilidad".
Es por ello, que la diputada del Grupo Mixto, Begoña Lasagabaster, le ha replicado que tenga "menos agradecimiento y más eficacia". Sin embargo, ésta fue una de las diputadas que se abstuvo este martes de votar la reprobación de la titular de Fomento.
Más crítico ha sido el diputado del PP, Jorge Fernández Díaz, que le ha recordado que "no fue reprobada gracias al voto de dos diputados tránsfugas y a una ausencia. Si no hubiera sido reprobada por goleada". También ha querido aclarar que el PP no ha pedido su cese por "ser mujer, andaluza o por haber nacido", razones que había dado la propia Magdalena Álvarez para no asumir su responsabilidad, sino por su "prepotencia y su ineficacia, porque usted no ha sido capaz de dimitir y asumir su responsabilidad".Fernández Díaz la ha preguntado, pues, si a la vista de lo sucedido considera que el AVE "es la envidia del mundo". La ministra, siempre arrogante, le ha respondido que "con los votos estoy aquí, por el mismo motivo que usted está aquí". Y ha añadido que lo único que le preocupa es que su valoración [según las encuestas del CIS] "es similar a la del señor Rajoy". Magdalena Álvarez ha afirmado tajante que "jamás he dicho que el AVE es la envidia del mundo por mi gestión, he dicho que es la envidia del mundo". "Somos la envidia del mundo y de ustedes", ha exclamado la ministra.
"En todo caso y a la vista de lo que está sucediendo, si el AVE es la dignidad del mundo lo es a pesar de su gestión. Haría un favor a la democracia y a su presidente si dimitiera por dignidad política", le ha contestado el diputado del PP.
Defensa de los tránsfugas
El show de la ministra continúo, creciéndose en su actitud chulesca a medida que los diputados del PP iban repasando su catastrófica gestión. Andrés Ayala, después de recordarle que fueron "dos tramposos de la democracia" quienes la salvaron de su reprobación, señaló que la ministra "ha destrozado todo el sistema de cercanías" y ahora "no puede inaugurar el AVE" con garantías de seguridad. En este sentido explicó que la línea a Valladolid "está incumpliendo sus propias normas", al tener "dos pasos a nivel" y estar sin "cerramiento a ambos lados de la línea". Por si fuera poco, según dijo Ayala, el túnel de Guadarrama y los trenes están "sin homologar", y "el personal sin formar".
"Siento muchísimo que no tenga usted ni idea de lo que está hablando", fue la respuesta de Álvarez que dijo que en esa línea "sólo hay un paso a nivel, acordado con la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid". Después repitió una de sus frases preferidas: "Pero ¿cómo se atreven de presumir de alta velocidad?, no han puesto un solo kilómetro, no ha hecho absolutamente nada?" Y es que para Álvarez pese a los constantes accidentes que se han producido en las obras del AVE el problema es que los del PP "son agoreros, quieren asustar a la gente y se están inventando maldades". Además, hizo una defensa de los tránsfugas que ayer le salvaron el pellejo político, pidiendo "respeto" para ellos: "Aquí el que vota, nadie es un tramposo".
"Mirándome a los ojos, como le gusta a Zapatero"
"Mirándome a los ojos como le gusta al señor Zapatero, ¿van a seguir queriendo inaugurar el AVE el 22 de diciembre?", le ha preguntado el diputado popular. Ayala se refería a la frase que dijo el presidente del Gobierno al jefe de las obras: "Mírame a los ojos y asegúrame que no hay riesgo para la Sagrada Familia". La ministra, sorprendentemente, ha respondido afirmativamente: "lo vamos a hacer con toda seguridad".
"Su chulería es absolutamente reprobable e impropia de esta Cámara"
Tras este espectáculo, la diputada del PP María Dolors Nadal le dijo a la ministra que "debería medir sus palabras" y "sentir una infinita vergüenza democrática" por apoyarse en dos tránsfugas para evitar la reprobación. Nadal le preguntó a la ministra qué le parecía que Zapatero se dedique a "hacer escarnio con el colapso de los servicios básicos con que nos torturan" en programas televisivos pretendidamente humorísticos. "Usted pegada al cargo con el voto de dos tránsfugas y el presidente haciendo burlas en la televisión", resumio Nadal lo bochornoso de la situación.
Álvarez, desafiante, no quiso entrar en el fondo del asunto y se limitó a pedir, cínicamente, tranquilidad al PP. "Le quedan dos sesiones de control más, pueden hacer doce preguntas más, desahóguense, desahóguense..."
Ante esto, Nadal le dijo a la ministra que "su chulería es absolutamente reprobable e impropia de esta Cámara", y recordó que "la falta de respeto, la grosería política de Zapatero no fue un desliz, era un guión escrito". "Desde luego que gran pareja cómica ha perdido la escena internacional", lamentó a Nadal en referencia al dúo Zapatero-Álvarez. "Váyase a su casa y deje de reírse de la paciencia, del civismo, de la dignidad de los catalanes que estamos hartos de sus ofensas, váyase a su casa y hágase olvidar".
Tengo una carta para tí
La respuesta a esta intervención nos permitió descubrir que la ministra mantiene una intensa relación epistolar con los catalanes, al menos con los "normales" según ella mismo explicó. Y es que dijo que "ni las encuestas ni las cartas que me mandan a mí" reflejan malestar de los catalanes sino todo todo lo contrario. Ante las inevitables risas de la oposición Álvarez dijo: "si sonría, porque hay gente normal, no todos son como ustedes".