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El PNV aprueba la ponencia que apuesta por la autodeterminación y la consulta ilegal

La Asamblea General del PNV aprobó este sábado por unanimidad la ponencia política que plantea lograr un pacto sobre el "derecho a decidir", eufemismo del derecho de autodeterminación, entre partidos, por un lado, y entre las instituciones vascas y el Estado por otra. Además, defiende la celebración de una referéndum ilegal en el caso de que se produzca un "bloqueo insalvable". La ponencia fue aprobada en la primera jornada del encuentro, que se inició hoy y que concluirá mañana con la elección de Iñigo Urkullu como sustituto de Josu Jon Imaz al frente del partido.

La Asamblea General del PNV aprobó este sábado por unanimidad la ponencia política que plantea lograr un pacto sobre el "derecho a decidir", eufemismo del derecho de autodeterminación, entre partidos, por un lado, y entre las instituciones vascas y el Estado por otra. Además, defiende la celebración de una referéndum ilegal en el caso de que se produzca un "bloqueo insalvable". La ponencia fue aprobada en la primera jornada del encuentro, que se inició hoy y que concluirá mañana con la elección de Iñigo Urkullu como sustituto de Josu Jon Imaz al frente del partido.
L D (Europa Press) La secretaria general del EBB, Josune Ariztondo, fue la encargada de explicar el desarrollo de las primeras horas de la Asamblea, en la que Iñigo Urkullu realizó un análisis de la coyuntura actual y de los principios y acuerdos asumidos por el PNV.
  
A lo largo de la mañana, se dio el visto bueno por unanimidad a la ponencia política, tras debatirse y someterse a aprobación las 145 enmiendas que se llevaban hoy a la asamblea. Finalmente, todas fueron transaccionadas excepto siete de ellas, referidas principalmente a cuestiones terminológicas. Ariztondo indicó que, en ninguno de los casos, las aportaciones realizadas afectan al contenido político y los principios de la ponencia.
  
En el texto, el PNV propone el Plan Ibarretxe como "activo político" sobre el que trabajar y negociar un nuevo marco jurídico con otros partidos. La formación secesionista plantea alcanzar "un consenso amplio" para un nuevo acuerdo que se someta a referéndum y una consulta popular si hay "bloqueo" en el diálogo.
  
Entre los retos que se marca, se encuentra el del logro de la paz y, para ello, se compromete a trabajar en "las condiciones que permitan un final dialogado de la violencia", aunque precisa que "el punto de partida" debe ser la decisión de ETA de abandonar definitivamente la utilización de las armas.
  
El documento, el PNV se define como partido con "vocación nacionalista, compromiso institucional y cultura de pacto", que ofrece al resto de fuerzas políticas y sociales "un marco de diálogo permanente para hacer nación día a día". En este sentido, asegura que en este objetivo "no sobra ningún compañero de viaje" y, por tanto, no habrá más exclusión que "las de la violencia o el autoritarismo". Además, advierte de que no habrá "vetos a la libre voluntad de la sociedad vasca".
  
Además, afirma que aspira "al reconocimiento político y jurídico de la nación vasca y su participación, en pie de igualdad, en el concierto de las naciones". De esta forma, se marca como horizonte "la construcción de la nación vasca" para que "llegue a ser un sujeto político dotado de identidad y representación propias en la comunidad internacional".
  
Tras mostrarse convencido de que "sólo caben fórmulas de libre adhesión" a un proyecto, rechaza "cualquier modelo de coacción, de imposición, impedimentos o limitaciones a la plasmación de la libre voluntad democrática de la sociedad vasca".
 
Soberanía y autodeterminación
  
Entre sus principios ideológicos, subraya su objetivo de consolidar un marco en el que el pueblo vasco "en su integridad" tenga "derecho pleno" a decidir su futuro. Por ello, reclama "el reconocimiento del derecho de autodeterminación y su consolidación en los textos políticos básicos que conformen la cúspide del ordenamiento jurídico resultante". También se refiere a la territorialidad y se compromete "a que todos los ciudadanos y territorios puedan incorporarse al sujeto político común del pueblo vasco, removiendo y superando los obstáculos y creando las condiciones jurídico-políticas necesarias para que tal incorporación pueda ejercerse libre y democráticamente".
  
La formación peneuvista se compromete "al impulso de un diálogo integrador y sin exclusiones que permita alcanzar un amplio acuerdo político sobre las cuestiones que constituyen la raíz de la normalización política, un acuerdo sobre la base del respeto a la voluntad de la sociedad vasca". A su juicio, este acuerdo "debe encontrar su cauce de expresión en un proyecto que establezca un nuevo marco jurídico-político de relación con el Estado español, en clave de respeto y pacto".
  
Para el PNV, el nuevo Estatuto Político –Plan Ibarretxe– aprobado por el Parlamento vasco en 2004 "representa un activo político sobre el que trabajar, negociar y realizar nuevas aportaciones para, en su caso, alcanzar nuevos consensos que superen, en términos de apoyos democráticos y parlamentarios, los ya conseguidos". En su opinión, el Plan del lehendakari recoge "38 principios y contenidos suficientes para abordar la solución del conflicto político vasco".
 
Referéndum ilegal
  
En la ponencia política, la formación nacionalista se plantea conseguir un acuerdo entre los partidos y las instituciones vascas y estatales, que se someta a referéndum y que no pueda ser vetado. Además, propone recurrir a la consulta popular para superar "bloqueos" que se produzcan de cara a lograr un consenso amplio sobre un nuevo marco que resuelva "el conflicto político" vasco.
  
El PNV se compromete a promover cuantas iniciativas políticas sean necesarias para "habilitar un escenario de solución al conflicto" y pretende conseguir un acuerdo que sea "fruto de un amplio consenso" entre los partidos y las instituciones vascas y el Estado. "Un nuevo escenario que deberá ser refrendado por la sociedad en un marco de respeto a los derechos humanos y las libertades democráticas", añade.
  
Asimismo, insta a las formaciones políticas e instituciones a "aplicarse, desde la voluntad de acuerdo y el rechazo a todo tipo de vetos", en la búsqueda de soluciones.  En este sentido, considera "deseable" que, ante posibles "situaciones de bloqueo", fuera la propia sociedad vasca quien, "a través de un instrumento democrático como es la consulta popular, validara un proceso que permita superar los obstáculos y que comprometa a todos a respetar la voluntad popular". "Con responsabilidad y decisión, crear las condiciones para que el escenario apuntado sea posible será nuestra tarea los próximos cuatro años", insiste.
  
La ponencia del PNV plantea "el reto de decidir" como uno de sus tres objetivos prioritarios, junto al de la paz y el de la construcción social. De este modo, apuesta por el impulso al derecho a decidir como "vía para avanzar hacia la normalización".  En este sentido, destaca que, en la sociedad vasca, existe "una conciencia de que la solución al conflicto político vendrá de la mano del binomio paz y normalización política". "En definitiva, vendrá del trabajo compartido sobre dos compromisos: 'sí' a la convivencia en paz y 'sí' al respeto a la decisión libre y democrática de la sociedad vasca", añade.
  
En este contexto, anuncia que impulsará "el reconocimiento de Euzkadi como sujeto político con capacidad decisión, superando el estatus y condición política y administrativa de parte subordinada del Estado".
 
Paz
  
El PNV considera prioritario el logro de la paz y, por ello, se compromete a trabajar en "las condiciones que permitan un final dialogado de la violencia", aunque precisa que "el punto de partida" debe ser la decisión de ETA de abandonar para siempre la utilización de las armas.
  
Para llegar a este punto, la formación peneuvista afirma que "las fuerzas políticas, junto con la participación de los agentes sociales", deben consolidar "las bases democráticas para la transformación y reorientación de la base social que sustenta la violencia de ETA".
  
Entre otras iniciativas, anuncia que impulsará "el rechazo firme del terrorismo y de la violencia, utilizando todos los medios democráticos para garantizar la seguridad, la libertad y la vida de las personas, así como la no vulneración de los derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos".

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