L D (Europa Press) El juez especifica en el escrito que la célula a la que pertenecían los quince arrestados estaba liderada por el máximo responsable de la estructura de Segi en San Sebastián, Oier Lorente. Los integrantes del grupo, perfectamente organizados –dice el juez–, planeaban semestralmente los objetivos a cumplir y se repartían la influencia por barrios.
El magistrado les imputa acciones de terrorismo callejera cometidas entre 2004 y 2007 y que se recrudecían durante el desarrollo de la Semana Grande de San Sebastián. Muchas de las referencias encontradas en la documentación incautada en los domicilios hacen mención a la planificación de acciones contra el Tren de Alta Velocidad (TAV). Además de Lorente, otro de los acusados, Aitor Olaizola, figura como responsable de la dirección Ejecutiva de los "taldes", asegura el auto.
Grande-Marlaska indica que el objetivo principal de los terroristas detenidos, que actuaban contra miembros de la Ertzaintza y han procedido en distintas ocasiones quema de autobuses y ataques contra edificios públicos de la ciudad, era propagar el terror social en la calle siguiendo instrucciones directas de la banda terrorista ETA. Los ocho encarcelados se han negado a que se les practique la prueba de ADN.
El juez de la Audiencia Nacional ordenó prisión incondicional para Adur Fernández, Aitor Olaizola, Ion Inmanol Igal, Urko Labarca, Inmanol Ander Vicente, Benat Apalategui, Oier Lorente y Nahikari Otaegi. Les acusa de integración en organización terrorista y un delito continuado de estragos y otro de daños terroristas. Los detenidos están relacionados con la asociación juvenil Segi, cercana al entorno de ETA. Los quince jóvenes tenían intención de entregarse en dependencias judiciales después de haber escapado a la segunda fase de la operación contra el terrorismo urbano, que protagonizó la Policía el pasado 7 de noviembre en la capital donostiarra.
Aquel día, los agentes esperaban detener a 19 personas, pero sólo lograron arrestar a cuatro. Esas 19 identidades surgieron de los testimonios y análisis de la documentación incautada en una primera fase del operativo, desarrollado el 30 de octubre anterior. Sin embargo, en el tiempo que discurrió entre la primera parte y la segunda de la operación, los jóvenes se sintieron acosados y decidieron huir. Finalmente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a cuatro jóvenes y realizaron 18 registros.
Según el Ministerio del Interior, el grupo al que pertenecían los detenidos tenía como misión realizar atentados mediante la confección y lanzamiento de artefactos explosivos e incendiarios contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, edificios oficiales, sedes de partidos políticos, entidades bancarias y de ahorro, estaciones y unidades de ferrocarril, transportes públicos y mobiliario urbano.