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El más famoso presentador de la televisión cubana pide asilo político a EEUU

El conocido presentador de la televisión cubana Carlos Otero solicitó asilo en EEUU, tras huir con su familia de Canadá donde se encontraba para realizar un programa especial de fin de año. En declaraciones al periódico El Nuevo Herald, editado en Miami, el presentador indicó que "me siento muy feliz porque en mi familia llevábamos mucho tiempo preparando y anhelando esta salida".

El conocido presentador de la televisión cubana Carlos Otero solicitó asilo en EEUU, tras huir con su familia de Canadá donde se encontraba para realizar un programa especial de fin de año. En declaraciones al periódico El Nuevo Herald, editado en Miami, el presentador indicó que "me siento muy feliz porque en mi familia llevábamos mucho tiempo preparando y anhelando esta salida".
LD (EFE) Carlos Otero, el conocido presentador de la televisión cubana, ha solicitado asilo político en EEUU después de haber huido de Canadá donde se encontraba grabando un programa especial de fin de año. Entrevistado por el periódico El Nuevo Herald, el presentador dijo que "no quiero pedir más permisos a nadie para expresarme, moverme por el mundo o hacer lo que quiera hacer".
 
Según el rotativo, la deserción se produjo el pasado lunes cuando Otero cruzó a EEUU por el paso fronterizo de la ciudad de Buffalo, al norte del estado de Nueva York, con su esposa Maylen Laura Alvarez y los dos hijos del matrimonio, Alejandro, de diez años, y Julio César, de ocho. Otero confesó que la deserción la había planificado desde hacía meses.
 
"En verdad fue una reunión preparada para facilitar mi deserción. Estuve dos meses esperando y exigiendo que se me diera permiso para viajar con mis dos hijos menores hasta que lo logramos", dijo Otero que el año pasado ya preparó el programa especial de fin de año desde la ciudad canadiense de Toronto.
 
El presentador y humorista indicó: "Espero poder ganarme un plato de comida ganado con mi trabajo en el exilio y ver a mis hijos crecer con la oportunidad de estudiar lo que quieran, sin tener que estar de acuerdo con el sistema donde viven. Espero trabajar en lo que me gusta, pero si no fuera así, espero envejecer sin tener que dispararme la Mesa Redonda (programa de información oficial) todos los días".

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