Menú

Venezuela: Consumismo y ostentación a la "bolivariana"

El gusto por los artículos de lujo entre los miembros del gabinete de la "bolivariana Venezuela" de Hugo Chávez está levantando polémica. "Hummers", trajes de marca, corbatas de seda, cazadoras diseñadas por empresas transnacionales (preferentemente estadounidenses) y el wishky en comidas ostentosas, son ya costumbre. El último ha sido el ministro de Interior, Pedro Carreño: ataviado con una corbata Louis Vuitton y unos zapatos Gucci, fustigaba contra el capitalismo y el consumismo ante las cámaras de televisión.

El gusto por los artículos de lujo entre los miembros del gabinete de la "bolivariana Venezuela" de Hugo Chávez está levantando polémica. "Hummers", trajes de marca, corbatas de seda, cazadoras diseñadas por empresas transnacionales (preferentemente estadounidenses) y el wishky en comidas ostentosas, son ya costumbre. El último ha sido el ministro de Interior, Pedro Carreño: ataviado con una corbata Louis Vuitton y unos zapatos Gucci, fustigaba contra el capitalismo y el consumismo ante las cámaras de televisión.
(Libertad Digital) El ministro de Interior de Venezuela, Pedro Carreño, ha sido objeto en los últimos días de criticas y burlas. Y es que en una rueda de prensa improvisada realizada la semana pasada, el "número dos" del régimen "chavista" lanzaba lecciones contra el capitalismo siguiendo las instrucciones del presidente Hugo Chávez. "Hay que rechazar el capitalismo salvaje", han sido las instrucciones.
 
En sus largas alocuciones, Chávez acostumbra fustigar el "modelo consumista" impuesto a la comunidad internacional por el "imperio estadounidense". En más de una ocasión ha dicho que ser rico es malo y que impondrá un impuesto a todos los artículos de lujo. Predica, además, que los venezolanos deben adoptar estilos de vida más austeros. Pero, varios de sus colaboradores son lentos para abrazar los valores socialistas y tratan de explicar su consumo de productos de lujo.
 
"`El único camino a la paz es la justicia´, dice la Biblia y lo repite el comandante presidente Hugo Chávez. El único camino a la justicia es el socialismo, no es el capitalismo, no es ese canibalismo que se quiere implementar en el Estado", aseguraba Carreño. Entonces, el ministro se permitió un breve silencio que fue aprovechado por una periodista.
 
– ¿Pero no es contradictorio hablar de capitalismo cuando usted tiene una corbata de Louis Vuitton y unos zapatos Gucci...?
–  Yo no sé que...yo...claro que...eh... no es contradictorio...
 
Entre balbuceos, Carreño logró el autocontrol para finalmente acertar a decir: "No es contradictorio porque yo quisiera que Venezuela produjera todo eso y entonces yo comprar todo lo que se produzca aquí y no tener que importar el 95 por ciento de los rubros que consumimos."
 
El ministro se lanzó al contraataque y dijo que la pregunta es "una gran manipulación". Refiriéndose a la reportera, dijo: "yo no veré a una periodista de Globovisión (cadena opositora a Chávez) decirle a un joven: tu marca de tus zapatos, tu marca de tus pantalones. Claro, lo tiene que utilizar porque en Venezuela no se ha desarrollado la industria de manufactura; porque en Venezuela no se ha desarrollado la industria del calzado; porque en Venezuela sale más barato importar que desarrollar aguas abajo nuestras industrias." Aseguró que "aquí lo que procede es que nosotros desarrollar nuestras industrias".
 
Asco al cuello
 
Carreño participó como capitán del Ejército en el intento fallido de golpe de Estado que encabezó Hugo Chávez en 1992. La sociedad venezolana está muy acostumbrada a sus pintorescas declaraciones. Una de las famosas tuvo lugar cuando denunció que los decodificadores de la empresa por cable "Direct-TV" colocó cámaras de vídeo ocultas para espiar a los ciudadanos.
 
"Se llama `Direct-TV´, donde tenemos un vídeo metido en nuestra casa; donde tenemos un grabador en nuestra casa y nos toman vídeo y nos graban", afirmó como diputado durante un debate parlamentario en el año 2000. En abril de 2003 afirmó que Vladimiro Montesinos, principal asesor del huido presidente de Perú Alberto Fujimori, había muerto. Dos meses después fue detenido en Caracas.
 
Del incidente de Gucci y Louis Vuitton, Laureano Márquez, humorista político, publico en el diario opositor Tal Cual la respuesta ficticia que habría dado Carreño: "¿Tu crees que a mi, como revolucionario, no me da asco llevar pegada a mi cuello esta basura imperialista? Naturalmente, pero mientras se producen las corbatas endógenas no tengo otra opción".
 
Revolución del whisky
 
El ministro Carreño no es el único miembro del gabinete "chavista" con una fuerte inclinación por los trajes y automóviles de lujo. El ministro de información, William Lara, porta cazadoras Tommy Hilfiger rojas, justo el color de la "revolución bolivariana". El gobernador del Estado de Carabobo, Luis Acosta, aseguró hace un año que los altos funcionarios venezolanos pueden comprar vehículos caros sin sacrificar sus ideales revolucionarios. "¿Es que acaso nosotros los revolucionarios no tenemos derecho a tener una (todoterreno) Hummer o un carro? Si ganamos plata podemos hacerlo", dijo.
 
Con cazadoras Nike aparece constantemente en actos públicos y entrevistas televisadas el ministro del Poder Popular para las Finanzas, Rodrigo Cabezas, uno de los principales fustigadores del capitalismo. Las muestras de opulencia llevó a Chávez a reprender a sus colaboradores por mantener sus costumbres consumistas y no desprenderse de sus posesiones materialistas. En octubre pasado, Chávez dijo: "¿Qué revolución es esta, la del whisky, la de los `Hummers´? ¡No! Esta es una revolución de verdad". Inmediatamente amenazó con imponer nuevos impuestos a los artículos de lujo. Lo cierto, empero, es que el presidente bolivariano no se queda atrás. Usa lujosos todoterreno, se hospeda en hoteles de varias estrellas, usar trajes de marca y portar relojes de precio elevado.
 
Recientemente, la revista francesa Paris Match publicó un amplio reportaje en el que ponía al descubierto que Chávez acostumbra gozar con "comidas finas" servidas en ostentosas mesas. El presidente del partido COPEI en el estado de Táchira (socialdemócratas y opositores a Chávez), Jonson Delgado, dijo: "El presidente sí tiene derecho a usar trajes importados, a pagarle a uno de los sastres más caros, el señor Scutaro; a usar corbatas de seda italiana, a ponerse Rolex y darse el lujo con el dinero del pueblo... pero arremete contra quienes toman whisky".

Temas

En Internacional

    0
    comentarios