L D (Agencias) Zapatero anunció oficialmente que las elecciones generales se celebrarán el 9 de marzo, que el decreto de disolución de las cámaras se publicará el 14 de enero y que la campaña electoral se extenderá desde el 22 de febrero al 7 de marzo de 2008. La fecha de la contienda electoral ya era vox populi desde que el presidente de Andalucía, Manuel Chaves, convocó las elecciones autonómicas para ese día, ya que tradicionalmente, estos comicios regionales se han celebrado el mismo día que las generales.
José Luis Rodríguez Zapatero realizó este anuncio en el Congreso tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en el último pleno ordinario de la cámara en esta legislatura. El jefe del Ejecutivo deseó "Feliz Navidad a todos" y de manera especial "en lo que ha sido el trabajo parlamentario, mi agradecimiento a todos los medios de comunicación porque han trabajado bastante, ha sido una legislatura intensa y han permitido trasladar todo lo que hacemos aquí a los ciudadanos".
Despedidas emotivas
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, aprovechó la última sesión plenaria de la legislatura para dar las gracias a Manuel Marín por su labor como presidente de la Cámara en una legislatura que no ha sido "precisamente fácil". Marín agradeció el gesto pero no quiso abundar en su despedida para no acabar como un presidente "derretido".
Al terminar su intervención en el debate sobre el canon digital, el portavoz parlamentario del PSOE quiso que constara en el Diario de Sesiones el "respeto" y el "afecto" del Grupo Socialista hacia Manuel Marín, que no volverá a ser diputado la próxima legislatura.
López Garrido quiso destacar la labor de Manuel Marín en la presente legislatura, que no ha sido "precisamente fácil". "Por eso, las palabras con las que solemos terminar nuestras intervenciones en esta tribuna, hoy, más allá de la cortesía parlamentaria, expresan realmente nuestro sentimiento: Muchas gracias, señor presidente", enfatizó.
Las palabras del portavoz socialista fueron seguidas de una ovación de los diputados presentes en el hemiciclo, algunos de ellos puestos en pie. Marín, que se define como una persona sentimental, agradeció el gesto pero no quiso extenderse más en esta despedida. "No quiero acabar como un presidente derretido", comentó.
No obstante, Marín reconoció que hoy necesitaba el aplauso. . "Era una reacción que, no se lo voy a ocultar, francamente la necesitaba". Marín quiso seguir la "tradición" de sus antecesores y pronunciar unas palabras antes de dar por terminada la legislatura, empezando por agradecer las palabras que le habían brindado los portavoces de los distintos grupos parlamentarios durante la sesión de la mañana. "Me voy muy reconfortado", comentó.
Extendió el agradecimiento a todas las bancadas del hemiciclo y a todos los portavoces, con una mención especial al jefe de la oposición, Mariano Rajoy. A todos ellos dio las gracias por "la paciencia" que han tenido con él durante toda la legislatura. "He querido mantener en todo momento mi principio de independencia y de autonomía de decisión y sé que en muchos momentos lo he hecho con energía e incluso con vehemencia --continuó--. Era totalmente consciente que, si no actuaba así, sería muy difícil llevar adelante mi trabajo como presidente esta legislatura que, reconozcan que ha sido muy emocionante".
Eso sí, reconoció que esa independencia y autonomía de criterio le ha supuesto "inevitablemente entrar en el espacio de los roces". "Así está hecho en las relaciones políticas y humanas, y si he molestado o herido a alguien, quiero pedirle perdón", agregó, desatando la ovación unánime de la Cámara. Marín no quiso cerrar la legislatura sin referirse a su frustrado intento por conseguir la reforma del Reglamento del Congreso, una tarea pendiente desde hace varias legislaturas y que, hasta ahora, todos los presidentes vienen dejando en el tintero: "Sólo me queda refugiarme en el decir del filósofo: ahí se lo dejo con resignación elegante", comentó.
Abrazos sorprendentes
Tras dar por concluida la legislatura, Marín se despidió uno a uno de los miembros de la Mesa del Congreso y después hizo 'mutis' por el lateral que conduce a los escaños del PP para saludar a Mariano Rajoy, con quien se fundió en un abrazo, y a otros diputados, incluido el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, que a lo largo de la legislatura anunció en varias ocasiones una moción de reprobación contra el hoy presidente saliente.
El resto de los diputados también dejaron a un lado sus 'rencillas' parlamentarias para felicitarse la Navidad y desearse una pronta vuelta a la Cámara Baja tras las elecciones generales. Uno de los más fotografiados fue el abrazo entre el líder del PP, Mariano Rajoy, cuyo partido acababa de apoyar el veto a los Presupuestos, y el vicepresidente económico, Pedro Solbes.
Pero tanto dentro como fuera del hemiciclo, el que recibió la despedida más cariñosa fue el veterano diputado de Coalición Canaria Luis Mardones, que no repetirá como candidato. Entre los que se acercaron a Mardones para expresarle su gratitud se vio también a Solbes y Rajoy. Asimismo, el presidente del Gobierno quiso arropar al parlamentario canario, al que ayer ya había dedicado alabanzas desde la tribuna del hemiciclo.