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El Unicaja se encomienda a Haislip para tumbar a un flojo Barcelona

Un sensacional tercer cuarto del Unicaja ha sido decisivo para lograr la ante un gris AXA Barcelona (77-62), que sucumbió ante la gran defensa andaluza y la actuación de Marcus Haislip, gran protagonista de los locales con sus 24 puntos. En el otro partido de la decimotercera jornada de la Liga ACB adelantado a este sábado, el Akasvayu Girona se ha impuesto a domicilio al Grupo Begar León (72-81).

Un sensacional tercer cuarto del Unicaja ha sido decisivo para lograr la ante un gris AXA Barcelona (77-62), que sucumbió ante la gran defensa andaluza y la actuación de Marcus Haislip, gran protagonista de los locales con sus 24 puntos. En el otro partido de la decimotercera jornada de la Liga ACB adelantado a este sábado, el Akasvayu Girona se ha impuesto a domicilio al Grupo Begar León (72-81).

L D (EFE) El arranque del cuadro andaluz fue una vez más trepidante (6-1, m.2), pero el Barcelona supo frenar ese ímpetu con un parcial de 0-9 (6-10, m.5) firmado por su línea exterior. Los azulgrana, bien en defensa, habían logrado obstaculizar el ataque de los malagueños, que no encontraban soluciones, lo que permitió a los de Dusko Ivanovic, técnico barcelonista, mandar en el marcador con una renta de hasta siete puntos (14-21, m.11).

No obstante, el entrenador del Unicaja, Sergio Scariolo, halló entonces la calidad de su fichaje estrella del año, el americano Marcus Haislip, quien anotó nueve puntos consecutivos para devolver a su equipo la moral y el liderato en el luminoso (23-21, m.13). Restablecida la igualdad, el partido avanzó lentamente en cuanto a su progresión anotadora, pues las defensas de los dos conjuntos se mostraban férreas y eficaces, de ahí los bajos porcentajes de acierto en los dos equipos.

El tercer cuarto resultó ser la clave del partido; el Unicaja encontró la inspiración en ataque y maniató al Barcelona, lo que provocó que la diferencia entre ambos equipos fuera ampliándose poco a poco ante la desesperación de Ivanovic, que tan sólo tuvo en Lakovic un baluarte para sostener la progresión anotadora rival. Los malagueños, brillantes, doblaron a los catalanes en el parcial (26-13) y concluyeron el tercer cuarto con la máxima ventaja del encuentro (59-44), una renta que resultó ser definitiva. Así, en los últimos diez minutos el control del juego ejercido por Cabezas impidió la desconcentración de los suyos ante la leve reacción barcelonista e incluso llevó al Unicaja a repetir a la conclusión del partido su máxima diferencia.

El Akasvayu pone fin a su crisis en León

Por su parte, el Akasvayu Girona, que llegaba a León necesitado de redimirse después de sus últimos tropiezos en la Liga y competición europea, se ha llevado el triunfo de manera un tanto apurada, tras desaprovechar una renta de 20 puntos en el tercer cuarto y dar opciones al Grupo Begar para soñar con la victoria. Los errores finales de los leoneses dieron el aire suficiente al conjunto de Pedro Martínez, que encontró en la perfecta dirección de Víctor Sada el mejor argumento, mientras que en el Grupo Begar León por fin Rick Hughes ofrecía un partido completo, aunque no pudo refrendar su gran actuación en los instantes decisivos.

El pívot estadounidense capitalizó en el inicio todas las acciones de ataque de un León que defendía con acierto, fundamentalmente ahogando a Marc Gasol y que dominaba en los primeros instantes a un Akasvayu adormilado y falto de intensidad (6-3). Sin embargo, el partido entró en una fase de continuos errores, más flagrantes en los locales que desaprovechaban las facilidades de un rival que, sin hacer nada del otro mundo, simplemente anotando de vez en cuando -aisladamente desde los 6,25-, lograba abrir brecha (10-17), porque a los de Gustavo Aranzana se les habían acabado las opciones ofensivas una vez controlado Hughes. Su jugador más acertado habitualmente, el alero ítalo-argentino Javier Bulfoni, se colocó muy pronto con dos faltas y el técnico vallisoletano se vio obligado a recurrir a un Yáñez al que los nervios atenazan y es más una rémora para su equipo que una solución.

Si en el primer cuarto Begar León había aguantado el tipo en defensa (12-19), en el segundo el acierto de San Emeterio, Montáñez y Stevenson, junto a la dirección de Sada ensanchó la renta, lo que obligó a Aranzana a buscar la reacción en el banquillo y en la defensa zonal, después colocarse Bulfoni con tres faltas, lo que le dejaba en unos inusuales para él cero puntos al descanso. La habitual intensidad de Otegui y dos bases en pista, Girona tardó en cogerle el aire al cambio defensivo, pero León solo encontraba el acierto en los triples de Marco y los puntos de un renacido Hughes, sin que la diferencia disminuyese en exceso porque progresivamente fue mejorando la lectura del rival.

Tras el descanso el partido pareció coger color visitante con el poderío interior de Vroman y Gasol, pero la cuarta falta del primero y sobre todo el nuevo conejo de la chistera que buscó Aranzana colocando como base a Urtasun surtió efectos gracias, en gran medida, a un inconmensurable Rick Hughes que aguantó el chaparrón cuando los catalanes lograron su máxima renta 38-58. A él empezaron a sumarse otros compañeros, Bulfoni o Barnes, intimidador sobre Gasol lo que empezó a subir decibelios en la creencia de los aficionados que era posible una remontada impensable instantes antes. Primero fue un parcial de 9-0, en plena exhibición de Hughes, pero la sangría continuaba para los gerundenses que encontraban inesperadamente a un rival envalentonado que llegaba con vida al último acto (54-63).

La ventaja se estrechaba para dar lugar al sueño leonés (66-69 y 69-72 a falta de poco más de dos minutos), aunque la eliminación de Lamont Barnes fue una losa demasiado importante para un equipo que ya iba muy justo y que además desaprovechó -Hughes- dos tiros libres en un momento crucial, apuntillando Cvetkovic en el contragolpe.

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