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El ex confidente Gascón dice que fue contratado por El Chino tras el 11-M para dirigir un "puticlub"

Después de contar a El Mundo que la UCO intentó colocar en el mercado los explosivos del 11-M para buscar traficantes, ahora el ex confidente Mario Gascón cuenta en una nueva entrega de su entrevista con el periodista Antonio Rubio que "El Chino" y Lamari –dos de los que se suicidaron en el piso de Leganés–  le propusieron dirigir un "puticlub" en Málaga. Por eso, acordó recibir 6.000 euros mensuales además de un 15 por ciento de las ganancias de las ventas de hachís y de la trata de blancas. Según Gascón, Lamari le aseguró que podrían contar con la Policía para que nadie les molestara en el negocio.

Después de contar a El Mundo que la UCO intentó colocar en el mercado los explosivos del 11-M para buscar traficantes, ahora el ex confidente Mario Gascón cuenta en una nueva entrega de su entrevista con el periodista Antonio Rubio que "El Chino" y Lamari –dos de los que se suicidaron en el piso de Leganés–  le propusieron dirigir un "puticlub" en Málaga. Por eso, acordó recibir 6.000 euros mensuales además de un 15 por ciento de las ganancias de las ventas de hachís y de la trata de blancas. Según Gascón, Lamari le aseguró que podrían contar con la Policía para que nadie les molestara en el negocio.
(Libertad Digital) En una segunda entrega de la charla con Mario Gascón, El Mundo cuenta la relación del ex confidente con dos de los suicidas de Leganés, Jamal Ahmidan "El Chino" y Allekama Lamari, con los que iba a abrir un prostíbulo en Málaga.
 
En sus declaraciones, Gascón señala que su última reunión con "El Chino" se celebró en la calle Montera de Madrid el 19 de marzo de 2004 y en ella "hablamos del viaje que íbamos a hacer al Caribe y Sudamérica para traer las chicas que trabajarían en el puticlub que queríamos montar en Málaga". Entonces también se cerró la cuestión económica: "Jamal estuvo de acuerdo con mi propuesta económica y me dijo que por el dinero no me preocupara que él podía responder. Además me explicó que tenía un trabajo pendiente con el que iba a ganar mucha pasta y cerramos, definitivamente, el trato". Según relata El Mundo, Gascón jamás pensó que fuera terrorista: "Era un tío al que le gustaban el alcohol y las buenas mujeres. Además, le interesaba mucho el dinero".
 
Según El Mundo, la relación entre Jamal y Mario Gascón comenzó en el 2000 con el trafico de hachís. Posteriormente, unos años más tarde se volvieron a encontrar ya que tenían bastante confianza, "nos veíamos, tomábamos algún whisky y me pedía alguna puta buena". Esta relación de confianza llevó al marroquí a proponer a Gascón algunos negocios. Cuando finalmente decidieron abrir el prostíbulo, en el que el confidente sería gerente, Jamal Ahmidan le habló del dinero y de los socios de este proyecto.
 
En el tema de los contactos, Lamari le comentó que "no tienes que preocuparte de los contactos. Nosotros tenemos todos los que queremos. La Policía está con nosotros y podemos contar con ella para que nadie se meta, ni nos moleste en nuestro negocio".

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