LD (Agencias) El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, corrigió este jueves el auto de juez y elevó a seis la cifra de los presuntos yihadistas dispuestos a inmolarse en la Ciudad Condal. Rubalcaba mantiene que son tres, aunque justifica a Pumpido diciendo que el jefe de los fiscales puede tener "un análisis diferente" porque también está implicado en el asunto, mientras que Bermejo afirma que el "dato aritmético es intrascendente".
El citado auto ponía de manifiesto que las personas a las que se encargó la comisión de los atentados fueron los tres paquistaníes Mohamed Shoaib, Mehmooh Khalib y Imram Cheema, que llegaron a Barcelona "en fechas recientes". El primero de ellos en trasladarse hasta Barcelona fue Khalib que llegó el 8 de octubre de 2007, seguido por Shoaib que llegó el 12 de noviembre. Cheema, por su parte, se desplazó entre mediados de diciembre y principios de enero de 2008.
"Este patrón es común en organizaciones extremistas islámicas que para ejecutar una acción terrorista suelen desplazar a los suicidas poco tiempo antes de llevarla a cabo", decía el juez. La llegada de los tres se produce aproximadamente dos meses después de que el presunto fabricante de explosivos regrese de un viaje de cinco meses a Pakistán, agrega.
La información de los huidos la dio el testigo protegido
La información sobre los tres presuntos suicidas que no han sido detenidos partió del testigo protegido de los servicios secretos franceses que permitió desarrollar la operación policial. A pesar de ello, las citadas fuentes judiciales avanzaron que existen pruebas que respaldan su testimonio, que también fue corroborado por tres de los detenidos en sus declaraciones en el Juzgado Central de Instrucción número 2.
En relación con los lugares donde supuestamente se iban a cometer los atentados, las citadas fuentes reiteraron que éste se iba a realizar en algún medio de transporte de Barcelona, sin poder concretar si el verdadero objetivo del ataque iba a ser la red de Metro.