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El Joventut tumba al Madrid en un final de infarto y jugará la final de Copa (76-81)

Más emoción no se le puede pedir a un partido de baloncesto. El DKV Joventut ha demostrado su gran momento de forma ante el Real Madrid, el líder de la Liga ACB, y de la mano de Demond Mallet, Rudy Fernández, Ricky Rubio ha logrado una agónica victoria en el Fernando Buesa Arena de Vitoria que le permitirá disputar la final de la Copa del Rey, este domingo a partir de las 18.00 horas. Enfrente tendrá al anfitrión Tau Cerámica, que horas antes derrotaba con sufrimiento al iurbentia Bilbao (68-66).

Más emoción no se le puede pedir a un partido de baloncesto. El DKV Joventut ha demostrado su gran momento de forma ante el Real Madrid, el líder de la Liga ACB, y de la mano de Demond Mallet, Rudy Fernández, Ricky Rubio ha logrado una agónica victoria en el Fernando Buesa Arena de Vitoria que le permitirá disputar la final de la Copa del Rey, este domingo a partir de las 18.00 horas. Enfrente tendrá al anfitrión Tau Cerámica, que horas antes derrotaba con sufrimiento al iurbentia Bilbao (68-66).

L D (EFE) Fulgurante semifinal entre los dos únicos conjuntos del baloncesto español, junto con el Estudiantes, que siempre han jugado en la máxima categoría. Y también están en el punto álgido esta temporada. Los blancos líderes de la Liga y los verdinegros son terceros, pero igualados con el Tau. Desde luego, en Vitoria demostraron una cosa claramente: juegan muy bien, son altamente competitivos como bloque y también en el plano individual y, como consecuencia, evolucionan a mucha velocidad y disponen de una batería de lanzadores que queman mucha pólvora con gran acierto.

En el primer tiempo, que el Madrid cerró con una pequeña renta (46-44), clavaron quince triples. Los blancos con un excelente ocho de doce. La 'Penya' con siete de dieciséis. Entre todos los artilleros de la tarde brillaba con luz propia por la eficiencia de sus salvas el estadounidense Louis Bullock (cuatro de cuatro). Esos veinte minutos arrancaron con otro norteamericano, Charles Smith, en estado de gracia. 'La Araña' anotó once de los trece primeros puntos madridistas (13-6). El Joventut encajó el castigo con oficio. Ni siquiera se descompuso cuando Bullock se sumó al alero de Fort Worth. Ambos firmaron veintiuno de los veintiséis tantos de apertura del Madrid.

El Joventut había dejado a Ricky Rubio en el banco para que Pau Ribas se convirtiera en la sombra de Bullock. Ribas hizo lo que buenamente pudo en ese aspecto. Ahora bien, ayudó bastante en ataque (siete puntos) en tanto que Rudy Fernández iba entrando en calor. Aunque el Madrid cogió once puntos de ventaja (26-15) y Rubio se dejaba ver poco, el estadounidense Demond Mallet y el alemán Jan Hendrik Jagla nivelaron la balanza. Un 1-8 de salida al principio del segundo cuarto cortó la escapada madridista (de 28-20 a 29-28, m.13). El líder de la Liga consumó otra ruptura rápidamente (39-30), pero Mallet y Jagla ya estaban en ebullición y el período concluyó casi en tablas (46-44). Había una clara tendencia alcista por parte verdinegra y un acusado descenso en la producción ofensiva blanca que adquirió tintes inquietantes en la apertura del tercer corte.

El Joventut salió como un vendaval del vestuario. Voló sobre la pista. Concedió la primera canasta del cuarto a Felipe Reyes (48-44) y encandenó una serie vertiginosa (48-56). El Madrid tardó cinco minutos en volver a encontrar el aro después de la cesta de Reyes. Y lo hizo mediante dos tiros libres de Bullock. Plaza tuvo que parar el partido y pedir un tiempo muerto para reflotar a los suyos. Las instrucciones del técnico, ayudante de Aíto García Reneses en el cuadro verdinegro tiempo atrás -en 2004 disputó la final copera contra el Tau, en Sevilla, como segundo del actual entrenador de la 'Penya'-, detuvieron el paso militar que marcaba el Joventut.

El partido volvió a pausarse, aunque con la ventaja, cómoda, en poder de los badaloneses (54-62, m.28). La semifinal tomaba unos derroteros poco reconfortantes para el Madrid pese a la bajada del ritmo en el ataque catalán porque el Joventut aún conservaba una elevada frecuencia realizadora. Un triple increíble desde el centro del campo de Rudy Fernández y otro de Mallet situaron el marcador en 58-68. Por suerte para los blancos, Smith también acertó desde el arco de 6,25 para mitigar el efecto psicológico y la brecha del tanteo antes de entrar en el último cuarto. Ese fue el único triple madridista en el tercer período. Del ocho de doce del descanso pasó a un nueve de diecisiete. A Smith le dio igual y volvió a elevarse desde la línea en la primera posesión del cuarto definitivo para insuflar aire al Madrid (64-68).

Una zona había mejorado mucho las posibilidades blancas, pero el equipo de Plaza atraviesa una etapa de enorme exigencia física dentro de un calendario muy exigente (Panathinaikos, Barcelona, Akasvayu Girona, Joventut...) y el Joventut estaba al quite para aprovechar cualquier resquicio (66-73 m.35). A cuatro minutos del final, todos se lanzaron a por la final como lobos. La zona había dado frutos al cabo de todo (72-73) y la 'Penya' devolvió al parqué a Jagla y Mallet. Madrid y Joventut iban a jugárselo todo en un cara o cruz (74-75, m.38). Y el Joventut, encima, con Rudy Fernández empeñado en arreglar el mundo él sólo.

Con poco más de un minuto por delante, acertaron Alex Mumbrú y el genio del Olímpico, Ricky Rubio: 76-77. Tiempo muerto y los dos equipos a buscar billete para el domingo a las seis de la tarde en el Buesa Arena. Mallet se comió la bola en una penetración tapada por tres rivales, pero una falta en la lucha por un rebote debajo del aro rival sobre Felipe Reyes -muy protestada por todo el conjunto madrileño- llevó a Edu Hernández Sonseca a tirar libres. Restaban 30,03 segundos. El pívot los aprovechó y saldó alguna cuenta particular con el Madrid, del que salió con dirección a Badalona.

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