(Libertad Digital) Pese a su falta de acierto, los resultados del barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) son siempre motivo de numerosos comentarios por parte de periodistas y políticos. Unos comentarios que se multiplican si la encuesta se publica a menos de un mes de las próximas elecciones generales.
En esta ocasión, el barómetro oficial del estado concede al PP y al PSOE una diferencia en intención de voto muy ajustada, tan sólo de 1,5 puntos, la segunda más baja de toda la legislatura después de la de octubre de 2006, cuando se calculó una diferencia de 1,4 puntos. De confirmarse estas estimaciones, el PSOE, obtendría entre 158 y 163 escaños frente a los 153 o 157 que obtendría el PP.
Para analizar la efectividad del CIS, nada mejor que acudir, por ejemplo, a las dos últimas elecciones generales, las de 2000 y 2004. Hace ocho años, el PP llegaba a las urnas tras sus primeros cuatro años de Gobierno. En enero de aquel año, el CIS reflejaba que los populares aventajaban al PSOE en cinco puntos. Una estimación que descontaba una serie de variables a los datos de intención de voto directo que arrojaban una diferencia entre ambos del 10,2 por ciento para el PP. Una diferencia mucho más cercana al resultado final de los comicios. Tras el escrutinio, el PP tenía 183 escaños con el 44,54 por ciento de los votos y el PSOE obtenía 125 escaños con el 34,08. En total, una diferencia de 10,42 puntos para el PP.
Sin duda la más errática de las encuestas del CIS que se recuerdan fue la de las últimas elecciones generales, marcadas por los atentados de Madrid. En 2004 el CIS otorgaba al PP una ventaja de 6,2 puntos sobre el PSOE que sólo obtendría 131 escaños frente a los 176 que, según el CIS, obtendría el PP. Este sondeo se realizó en el mes de enero y se publicó a principios de febrero, semanas antes de los atentados del 11-M. Al atentado siguieron manifestaciones, insultos al PP y el ataque a su sede de la calle Génova, convocada con los famosos “pásalo” por SMS. El nerviosismo crecía hasta que Rubalcaba mancilló la jornada de reflexión el 13 de marzo convocando una rueda de prensa para decir que "los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta".
Finalmente el PP perdía las elecciones con 148 escaños (37,64 por ciento) frente a los 164 que obtuvo el PSOE con el 42,64 por ciento de los votos. Estos resultados arrojaban cinco puntos de diferencia entre ambos pero en sentido contrario a lo estimado por el CIS. No obstante, el Centro de Investigaciones Sociológicas volvió en abril a pulsar la opinión de los españoles. En esta ocasión, pocas semanas después de las elecciones, la encuesta multiplicaba por cuatro la diferencia obtenida en las urnas. Finalmente los 5 puntos que separaron a ambos partidos en los colegios electorales, fueron convertidos por el CIS en 22,4.