L D (Europa Press) Felipe González hizo este miércoles un alarde de hombría al referirse a los ataques sufridos por María San Gil, Dolors Nadal y Rosa Díez y aseguró que siendo presidente del Gobierno, tras diez años de corrupción, también le "montaron un escándalo" en la Universidad, pero que no llamó a la Policía y aguantó "sin llorar ni lamentarse", como un machote. Se refería concretamente al abucheo que sufrió en la Autónoma de Madrid en el año 1993. Eso sí, defendió a su antigua compañera de partido asegurando que "no es fascista".
En ese sentido, criticó a los 'populares' por llamarles "fascistas" pues consideró que "hay una nueva forma de fascismo que es calificar de fascista a todos los que no piensan como uno", y pidió a esos jóvenes que no caigan en esa intolerancia de "no permitir que cada uno piense como quiera, ni en la tentación de una nueva forma de fascismo creyendo que son antifascistas". "No me gusta lo que piensa Rosa Díez, pero les aseguro que no es fascista. Hay que defender lo que ellos no son capaces de defender, a María San Gil o a quien sea", señaló.
Por otro lado, González aseveró que el último cuarto de siglo es "probablemente la mejor época de la historia de España", de los que 18 años han sido gobernados por los socialistas y ocho por los populares. "Me gustaría que se recordaran esos ocho por la presencia de una derecha moderna, democrática y dinámica pero va a quedar como la que nos comprometió con Irak y nos sacó del consenso europeo para limpiar los zapatos a Bush", afirmó.
En relación al Gobierno de Aznar, lamentó que "todo el trabajo que costó cambiar la relación con Estados Unidos después de la dictadura", haya "vuelto hacia atrás creando nuevos vínculos de dependencia que ya estaban superados". En este sentido, criticó la guerra de Irak que "iba a servir para que bajara el precio del petróleo, que ahora está más caro que nunca". En referencia a la materia económica, González consideró que el Gobierno de Zapatero ha desarrollado " una política económica exitosa en inversión y empleo, mucho más exitosa que en los ocho años de 'España va bien y el milagro soy yo', con mejoras de las prestaciones sociales, y poniendo un nuevo pilar al estado de bienestar con la Ley de Bienestar ".