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SIGUE SIN PERDER EN CASA

El Madrid se impone al Olympiacos y da un gran paso hacia la Final Four (80-70)

El Real Madrid ultimó los preparativos para buscar fuera de Vistalegre un impulso que le acerque a la Final entre Cuatro del próximo mayo en las exigentes canchas del Maccabi Tel Aviv israelí y del Zalgiris Kaunas lituano, destinos que afronta con dos triunfos en otros tantos encuentros y un expediente casero inmaculado, tras vencer este jueves al Olympiacos por 80-70.

El Real Madrid ultimó los preparativos para buscar fuera de Vistalegre un impulso que le acerque a la Final entre Cuatro del próximo mayo en las exigentes canchas del Maccabi Tel Aviv israelí y del Zalgiris Kaunas lituano, destinos que afronta con dos triunfos en otros tantos encuentros y un expediente casero inmaculado, tras vencer este jueves al Olympiacos por 80-70.
L D (EFE) Los blancos ya palpitan al ritmo necesario para moverse por la segunda fase de la competición continental. El padecimiento de la semana anterior contra el Zalgiris, inapelable en casa frente al Maccabi Tel Aviv israelí (101-82) en una demostración del verdadero potencial báltico, dejó paso a una salida arrolladora y a una tarde intensa, aunque altamente productiva, para los intereses madridistas.

Los titulares del terreno dominaron los nervios cuando los rojos trataron de buscarle las cosquillas embarullando el partido, al inicio del tercer tramo, y eso les permitió hacer valer su mejor trabajo. El estadounidense Louis Bullock, el turco Kemal Tunceri y Alex Mumbrú, de nuevo incisivo en el juego al poste bajo, enseñaron los dientes del campeón ACB al bloque que acaba de ponerse a trabajar a las órdenes del irrepetible Panagiotis Giannakis. Los griegos venían de caer sin discusión frente a su gran rival nacional, el Panathinaikos, y se encontraron con un recibimiento intimidatorio: tres triples seguidos (9-0).

Mumbrú sumó nueve puntos en el primer cuarto y, entre el desconcierto provocado por los triples iniciales y la seriedad global de los blancos, también muy efectivos en el rebote ofensivo mediante el serbio Blagota Sekulic y el belga Axel Hervelle, el cuadro ateniense cerró el primer cuarto sin duda alguna de lo caro que resulta hacer diana a domicilio en esta competición (27-14). Su problema es que la apertura del 'Top 16' contra el Maccabi puso números rojos en su cuenta continental (67-75) y salieron con la presión añadida de compensar ese resultado. Mientras tanto, el Madrid, que día a día eleva el tono, les esperaba preparado para resolver el penúltimo choque en cancha propia antes de empezar a visitar canchas ajenas.

Un triple del estadounidense Charles Smith colocó la ventaja madrileña en quince puntos al comienzo del segundo corte (29-14) sin que todavía hubiera noticias serias del Olympiacos, pero entraba dentro de la lógica que, antes o después, expusiese alguno de los argumentos que le han traído entre los dieciséis mejores conjuntos de la Euroliga. El estadounidense Qyntel Woods y unos cuantos retazos aislados de los exteriores consiguieron que los griegos entrasen de nuevo en la brega. Un parcial de 0-8 estrechó la ventaja local a cinco puntos (38-33 m.18), pero el Madrid respondió con tranquilidad. El regreso a la cancha de Mumbrú y la vuelta al acierto desde los 6,25 metros pusieron diez puntos de distancia en la primera parte (45-35).

Las cosas marchaban torcidas para los de El Pireo. Y aún empeoraron. Una falta antideportiva sobre Bullock por enseñar el puño Marc Jackson para recriminarle un codazo despertaron al público de Vistalegre. Todas las acciones que siguieron a ese incidente fueron en detrimento del Olympiacos. Errores ofensivos, desajustes para cerrar el rebote, mala selección de tiro, un pabellón revolucionado y un rival decidido a saldar cuentas con baloncesto. El Madrid empezó a presionar sobre los saques de fondo, a circular el balón como una centella y a disfrutar de una de las rachas de Smith. El estadounidense clavó un par de triples intercalados con los asistencias para los exteriores cuando la zona griega se abría.

El Madrid recuperó los quince puntos de ventaja (58-43). Pero, sobre todo, acogotó al Olympiacos. Jackson perdió la concentración por completo, jugó pendiente de la crispación y arrastró a todo su equipo detrás de él. Si el estadounidense se hubiera dedicado a jugar el decorado podría haber cambiado. Giannakis templó los ánimos como pudo, pero la suerte ya estaba echada. El Olympiacos había desperdiciado un tiempo precioso en cuitas estériles. Bullock surgió un par de ocasiones en el arco de triples en los instantes de mayor actividad griega y contuvo la última carga peligrosa de la noche, repleta de trampas (72-67). El Madrid demuestra cada noche que desea la Final entre Cuatro. Ahora le esperan dos visitas de enorme dificultad a las pistas del Maccabi y del Zalgiris.

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