(Libertad Digital) El Partido Socialista busca a la desesperada posibles pactos de Gobierno que le den estabilidad política de cara a la próxima legislatura. Después de que el lunes, en su primera entrevista televisada, Rodríguez Zapatero marcara las directrices, ahora sus principales dirigentes siguen el camino marcado.
El ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, ha sido el primero en lanzarse a la piscina. Dice el dirigente socialista que las relaciones con el PNV son "excelentes" a pesar de que los resultados obtenidos por el PNV en las pasadas elecciones han sido "discretos".
Sobre el plan secesionista del lehendakari, el responsable del Interior ha afirmado que no se atreve a pedir su retirada ya que Rodríguez Zapatero todavía no se ha referido a este respecto. En su opinión, el presidente está pensando en ello y cuando marque las directrices él las acatará. Rubalcaba no quiso, por lo cual, criticar el órdago independentista del PNV, ahora que puede ser clave para la estabilidad del Ejecutivo socialista.
Urkullu mantiene el pulso independentista
Paralelamente a la intervención de Rubalcaba en TVE, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, desvinculaba la pérdida de votos a la propuesta secesionista de Ibarretxe, que incluye una consulta ilegal a la ciudadanía para el mes de octubre, y aseguró que el proyecto se mantendrá.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Urkullu manifestó que "ese proyecto político" se llevará adelante, "evidentemente", porque "es propio del PNV y compartido con otras formaciones políticas", en referencia a EA y EB.