LD (EFE) Marruecos mantiene sus posiciones ante la cuarta ronda de conversaciones sobre el Sáhara Occidental y sube el tono contra Argelia, vecino al que acusa de impedir avance alguno en el conflicto y ante quien acaba de exhibir su poder militar.
Rabat envía a Manhasset (EEUU) desde el domingo a una delegación que mantendrá que la única solución viable para el territorio anexionado por Marruecos hace 33 años es un plan de autonomía que considera una "forma evolucionada" del principio de autodeterminación, pero que excluye la independencia.
En una declaración transmitida a través de la agencia oficial MAP, el Gobierno marroquí aseguró hoy que acude a las conversaciones auspiciadas por Naciones Unidas "a la espera de un compromiso de las otras partes a favor de negociaciones serias y sustanciales". Y añade que el independentista Frente Polisario -"apoyado diplomática y materialmente por Argelia"-, además de mantener posiciones "inoperativas" y "estériles", "amenaza con retomar las armas".
La subida de tono de declaraciones por ambas partes vino acompañada esta semana en el caso marroquí de maniobras militares en el Sáhara Occidental que hoy detalló la prensa: fuerzas terrestres, aéreas y marítimas, bajo el mando del general Abdelaziz Bennani, comandante de las fuerzas en la zona sur, participaron en ejercicios organizados en la parte meridional del territorio sahariano.