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Sarkozy, obligado a un cambio de estrategia tras el batacazo en las municipales

Nicolas Sarkozy está obligado a modificar su estrategia política tras el batacazo en las elecciones locales donde, salvo contadas excepciones como Marsella, el Partido Socialista se ha hecho con la victoria en los principales municipios, entre los que destaca el enclave conservador de Estrasburgo. En total, la izquierda ha arrebatado a la derecha 42 ciudades.

Nicolas Sarkozy está obligado a modificar su estrategia política tras el batacazo en las elecciones locales donde, salvo contadas excepciones como Marsella, el Partido Socialista se ha hecho con la victoria en los principales municipios, entre los que destaca el enclave conservador de Estrasburgo. En total, la izquierda ha arrebatado a la derecha 42 ciudades.
LD (Agencias) Pese a que el primer ministro, François Fillon, ha pedido que no se extraigan "lecciones nacionales" de las municipales, no se puede obviar que las elecciones municipales se han convertido en el primer varapalo de la sociedad francesa a su antes aclamado presidente Sarkozy.
 
Tanto es así que el jefe de la República se verá obligado a realizar una serie de modificaciones en su Gabinete para dar a entender a la opinión pública que ha captado su mensaje y que debe dar una impulso a las reformas. 
 
Y es que los socialistas aunque siguen enmarañados en sus luchas internas han capitalizado el desencanto de los franceses con Nicolas Sarkozy superando de largo las expectativas que se habían marcado.
 
Tenían como objetivo reconquistar al menos 30 de las 41 ciudades de más de 20.000 habitantes cuyas alcaldías habían perdido en las anteriores municipales de 2001 y  han ganado 42 ciudades que hasta ahora estaban gobernadas por la derecha, mientras que sólo seis han pasado de la izquierda a la derecha.

Tras estos resultados, la izquierda controlará durante los próximos seis años los ayuntamientos de 183 ciudades de más de 30.000 habitantes, frente a los 124 que estarán en manos de la derecha.

En términos de votos, con una baja participación del 61,66 por ciento -la menor en unas municipales desde la creación de la V República en 1959-, la izquierda obtuvo el 49,34 por ciento de los sufragios en las localidades de más de 3.500 habitantes de la Francia metropolitana, frente al 47,55 por ciento de la derecha.
 
Victorias en Toulouse y Estrasburgo

En los comicios cantonales, que han servido para renovar a los representantes de la mitad de estas circunscripciones en el país, la victoria de la izquierda ha sido todavía más clara, con un 51,28 por ciento frente al 44,52 por ciento de la derecha.

Gracias a estas últimas cifras de las cantonales, la izquierda, que hasta ahora tenía la presidencia en 51 de los 101 consejos generales de los departamentos, aumentará su dominio a 59.

Entre los cambios más significativos en las municipales, habrá alcaldes socialistas en Toulouse, la cuarta ciudad del país -que había tenido ayuntamientos de derechas durante 37 años consecutivos-, y en Estrasburgo, donde recuperará el puesto de primer edil Roland Ries, que lo había perdido en 2001.

La derecha consiguió algunas victorias al desbancar a la izquierda en ciudades como Agen, Calais, Chatellerault o Mont de Marsan, pero sobre todo conserva varias importantes como Burdeos, Niza, Le Havre, Orléans, Beauvais, Perpiñán y, sobre todo, Marsella.

El alcalde de esta última, Jean-Claude Gaudin, logró resistir a la alianza de la izquierda con los centristas del MoDem.

De hecho, el MoDem queda en una mala posición particularmente ante la derrota de su líder, François Bayrou, que pretendía ganar la alcaldía de Pau y que finalmente obtuvieron los socialistas.

De las once ciudades de más de 100.000 habitantes, los socialistas encabezarán ocho concejos, ya que sólo han perdido Burdeos, donde el ex primer ministro Alain Juppé ganó ya en la primera vuelta; Niza, en la que el nuevo alcalde Christian Estrosi dejará su puesto gubernamental de secretario de Estado de Ultramar, y el citado caso de Marsella.
 
El liderazgo del socialista Delanoe 
 
En París, el socialista Bertrand Delanoe consiguió consolidar la histórica conquista que logró en 2001, aunque no pudo quitar a la derecha ninguna de las alcaldías de los ocho distritos (sobre un total de 20) que mantuvo en los últimos siete años. El éxito abrumador del político socialista le convierte en uno de los favoritos para tomar el control de la fuerza política y preparar el asalto a la jefatura del Estado.

El presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy en la Asamblea Nacional, Jean-François Copé, vinculó la derrota de la derecha a que "estas elecciones han llegado probablemente en el momento más difícil para nosotros" porque "hay muchas reformas abiertas" y "todavía pocos resultados".

Sobre un giro en el Gobierno, Copé descartó el fin de las reformas, y aunque dejó la puerta abierta a ajustes, insistió en que lo que hay que conseguir es que los ciudadanos puedan percibir rápidamente los resultados de esas reformas.

"Tenemos que ser más selectivos" en las reformas que se van a llevar a cabo y "con más diálogo", indicó.

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