L D (EFE) Los restos mortales de Karol Vojtyla, de quien este miércoles se cumple el tercer aniversario de su muerte, se encuentran en la actualidad en las Grutas Vaticanas, justo bajo la Basílica de San Pedro.
El estudio del traslado de la tumba ha sido llevado a cabo por una comisión presidida por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica.
Los restos mortales de Juan Pablo II quedarán expuestos en una vitrina de cristal, según el citado diario, y tendrá el rostro cubierto con una máscara de protección. Antes del traslado, que tiene por objeto facilitar la veneración al santo de los católicos, se hará la exhumación para verificar el estado de conservación. Se trata de un procedimiento que ya se ha seguido con otros pontífices elevados a los altares, como Juan XXIII.
En declaraciones al periódico, el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, explicó que el traslado a la Basílica "es una forma de procurarlo más cercano y visible a los miles de fieles que de todas partes del mundo oran cada día sobre su tumba".
Hace dos años, el actual Papa, Benedicto XVI, decidió abrir la causa para la beatificación de Juan Pablo II sin esperar al cumplimiento de los cinco años de la muerte, como prescribe el derecho canónico. El 2 de abril del año pasado fue proclamado "siervo de Dios", una fase previa a su declaración como santo.
El estudio del traslado de la tumba ha sido llevado a cabo por una comisión presidida por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica.
Los restos mortales de Juan Pablo II quedarán expuestos en una vitrina de cristal, según el citado diario, y tendrá el rostro cubierto con una máscara de protección. Antes del traslado, que tiene por objeto facilitar la veneración al santo de los católicos, se hará la exhumación para verificar el estado de conservación. Se trata de un procedimiento que ya se ha seguido con otros pontífices elevados a los altares, como Juan XXIII.
En declaraciones al periódico, el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, explicó que el traslado a la Basílica "es una forma de procurarlo más cercano y visible a los miles de fieles que de todas partes del mundo oran cada día sobre su tumba".
Hace dos años, el actual Papa, Benedicto XVI, decidió abrir la causa para la beatificación de Juan Pablo II sin esperar al cumplimiento de los cinco años de la muerte, como prescribe el derecho canónico. El 2 de abril del año pasado fue proclamado "siervo de Dios", una fase previa a su declaración como santo.