(Libertad Digital) La comparecencia de Alonso se caracterizó por no responder a ninguna de las preguntas que se le hicieron. No se atrevió a defender la decisión del Gobierno de cambiar el nombre al trasvase. "La semántica es lo de menos", dijo. Para el Gobierno no debe ser tan secundario cuando ha puesto tanto empeño. Y dijo que resulta que es el PP el que tiene que aclarar su posición.
Hasta el aburrimiento –y eso que fue una comparecencia corta- repitió José Antonio Alonso que la obligación del Gobierno es garantizar el suministro "sean donde sean las necesidades básicas como beber, la higiene, los hospitales y las escuelas y lo vamos a hacer con transparencia". Resulta, que según el PSOE el que tiene que aclarar su postura es el PP. No mencionó el portavoz socialista, ni nadie se lo preguntó, porque se derogó el trasvase del Ebro sin tan necesarios son los trasvases. Tampoco aclaró si comparecerá el presidente, porque la "única pregunta" hay que dirigirla a la oposición, "si están de acuerdo o no, si apoyan el suministro a Barcelona o no lo apoyan". El Gobierno parece que no tiene que dar ninguna explicación.
Preguntado por cómo se lleva agua de un sitio a otro sin disminuir el caudal del suministrante, volvió Alonso a "el Gobierno tiene que garantizar el suministro para las necesidades básicas…" y acabó diciendo que el caudal del Ebro no se va a ver mermado, pero no explicó como. "Va a tener el mismo caudal con el trasvase que sin él".
Sobre las reticencias del Gobierno a utilizar la palabra trasvase, dijo Alonso que "hay ciudadanos que se levantan todos los días, y se tienen que duchar, por lo que la semántica es lo de menos, es secundario".
Preguntado por si el argumento repetido por el Gobierno y el PSOE de que este tipo de trasvases se han hecho en Murcia y Valencia se refieren a los que se realizan regularmente para abastecimiento humano, simplemente no respondió una palabra. Repitió "el gobierno gestiona una política del agua muy responsable y va a seguir teniendo una gestión muy responsable" y "ha reaccionado al objetivo de los derechos de los ciudadanos".
En cuanto a la postura de Aragón sobre el asunto, dijo que el trasvase "no va a perjudicar a nadie, va a beneficiar a los ciudadanos de Barcelona".