L D (Europa Press) Toronto volvió a evidenciar el mal momento que vive lejos del Air Canadá Centre (16-26), donde todo lo que ha jugado fuera de casa en abril lo ha perdido. Los Raptors comienzan abajo en estos 'play-offs' y buena parte de culpa en esta derrota se debió a la relajación en el asalto inicial, y al buen hacer de Dwight Howard, máximo anotador del encuentro (25 puntos). El primer cuarto dilapidó buena parte de las opciones de victoria del conjunto canadiense. Los Raptors, a pesar de ir por debajo en el marcador, no fue capaz de activarse y de mostrar un cambio de actitud que permitiese equilibrar la balanza.
Los 20 puntos de diferencia destrozaron a Toronto, que volvió a contar con un José Manuel Calderón más activo. El de Villanueva de la Serena, que había pactado su suplencia por el bien del equipo y en favor de T.J. Ford, no cuajó su mejor partido con un pobre porcentaje de tiro (3/11). No obstante, el base español distribuyó bien el juego y repartió hasta 8 asistencias --el que más entre los dos equipos-- en un partido donde a partir del segundo cuarto, el empuje de Anthony Parker sirvió para poner las cosas de un poco más de cara al equipo de Sam Mitchell.
Con el equilibrio como premisa, una vez que los Raptors se tranquilizaron, la 'bestia' Howard volvió a dar la delantera a los suyos con algún mate para la galería. Pero, sin embargo, la impaciencia era cosa de los Magic, a pesar de su cómoda ventaja en el tanteador. Y es que los de Canadá circularon mejor el balón y, poco a poco, con Jason Kapono engrasando su muñeca el partido fue adquiriendo algo de emoción, tanto que en el asalto final, el equipo de Calderón se quedó a cinco puntos de Orlando, precisamente tras un lanzamiento desde el perímetro de Kapono (83-90). Aún quedaban diez minutos para el final del choque y saltó a la palestra Hedo Turkoglu. El turco, que fue uno más durante buena parte del encuentro, dio que hablar justo al final con gestos de indudable calidad, donde la precipitación y la mala selección de los tiros fueron la seña de identidad de los Raptors, que aceptaron mucho antes del bocinazo final su primera derrota en los 'play-offs' de 2008.