(Libertad Digital) El eje del reportaje como no podía ser de otro modo es la ministra de Defensa y su evidente embarazo. "Nunca pensé que pudiera ponerme de parto en el avión o en la base pero hubo quien barajó esa posibilidad por lo que era mejor estar prevenidos. ¡Hubierais tenido una noticia más!", exclama Carme Chacón a los periodistas que le acompañaron en el desplazamiento a la misión de las tropas españolas a Afganistán.
La ministra comenta con naturalidad su estado de buena esperanza e incluso llega a compartir con la prensa su última visita al ginecólogo acompañada de su marido, por supuesto.
"Mi marido y yo fuimos, una vez más, al ginecólogo para confirmar lo que ya sabíamos. Me encuentro estupendamente y el médico me dijo que los riesgos del viaje a Afganistán eran los mismos que para el resto del pasaje. Quiero que este viaje sea un símbolo de normalidad, un símbolo contra la discriminación que sufren en España muchas mujeres embarazas, especialmente en el terreno laboral".
El embarazo, si bien no es lo más reseñable de la visita relámpago de la ministra de Defensa a la base española en Herat, es lo que da más juego. Los periodistas a este efecto le preguntan qué hubiera hecho si le hubieran obligado a llevar chaleco antibalas. "¿Es que no conocéis a ningún hombre con una barriga mucho mayor que la mía?", responde jocosa.
En un momento Chacón reconoce que Afganistán "es la misión más importante de nuestras tropas, además de la más alejada y la más peligrosa". Y es la única referencia que hace de la situación geoestratégica.
Afganistán y la violencia de género
En cambio sí se muestra especialmente conmovida por la situación de la mujer en Afganistán y por el creciente número de mujeres suicidas, un problema que Chacón relaciona exclusivamente con la violencia de género y no con otras variables más sólidas como es la ideologia yihadista.