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Nadal y Ferrer se verán las caras en una final española del Godó

El primer y segundo cabezas de serie del Trofeo Conde de Godó se verán este domingo las caras en una final con sabor español. Rafael Nadal, que ha ganado 102 de sus últimos 103 partidos sobre tierra batida, ha derrotado al alemán Denis Gremelmayr con una contundencia pasmosa, por 6-1 y 6-0 en 50 minutos de juego, mientras que David Ferrer ha sufrido un poco más ante el suizo Stanislas Wawrinka, al que ha vencido por 7-6 (10-8) y 6-3.

El primer y segundo cabezas de serie del Trofeo Conde de Godó se verán este domingo las caras en una final con sabor español. Rafael Nadal, que ha ganado 102 de sus últimos 103 partidos sobre tierra batida, ha derrotado al alemán Denis Gremelmayr con una contundencia pasmosa, por 6-1 y 6-0 en 50 minutos de juego, mientras que David Ferrer ha sufrido un poco más ante el suizo Stanislas Wawrinka, al que ha vencido por 7-6 (10-8) y 6-3.
L D (Agencias) Nadal no tuvo piedad del tenista alemán y salió a la pista dispuesto a resolver el choque rápidamente y así pensar en la final de mañana. Sólo dejó a su rival ganar un juego (1-1) antes de dar muestra de todo su repertorio, derechas, reveses, liftados e incluso algún que otro ace. Gremelmayr, número 84 de la ATP, despertó del sueño en el que se encontraba después de haber alcanzado las semifinales derrotando a tres cabezas de serie (James Blake, Dimitry Tursonov y Nicolás Almagro).
 
En algún momento del partido parecía que Gremelmayr era un juez de línea debido a lo profundo del juego de Nadal. Una muestra de la diferencia de nivel entre uno y otro tenista se produjo en el quinto juego del primer set, en el que el manacorí logró un juego en blanco tras sumar los cuatro puntos del mismo de distinta manera; peloteo, revés, dejada y ace final. En el segundo set, además de pelear con el juego de Rafa, Gremelmayr tuvo que hacerlo con el cansancio. El alemán eliminó a Almagro en cuartos de final en el tie-break de la tercer manga, y eso se notó en el choque ante Nadal, mostrándose muy cansando y haciendo numerosas pausas entre punto y punto.
 
Nadal, con un 87 por ciento de puntos ganados con el primer saque y un 80 por ciento con el segundo, acabó el partido con un juego en blanco con su servicio, demostrando que ha recuperado su mejor nivel después de sufrir más de la cuenta ante Juan Ignacio Chela en cuartos de final, y encara el último partido del Godó con el objetivo de sumar su cuarta corona.
 
A la sexta fue la vencida y después de seis años de presencia ininterrumpida en Barcelona, el español David Ferrer, quinto jugador mundial, por fin jugará su primera final del Godó, el objetivo que se había marcado antes de empezar el torneo. Al español le costó casi dos horas sellar su presencia en la última ronda: un largo primer set (7-6), que tuvo casi perdido, y otro parcial mucho más liviano (6-3) en el que ya se sintió dominador de la situación, ante el suizo Stanislas Wawrinka, decimocuarto cabeza de serie.

El helvético, un jugador que arriesga siempre, que pega duro, con un repertorio de golpes completo, pero que no se mueve con la misma agilidad que los grandes especialista en tierra batida, llevó la iniciativa -en la pista y en el marcador- en estar primera manga, donde tuvo 5-4 y saque y una bola de set en el desempate (6-5), que desperdició. Ferrer, le dio la vuelta al partido, se llevó el primer parcial en un largo juego de desempate (10-8) y entonces fue él quien pasó al ataque. Cada vez más centrado, cada vez con más confiado, fue minando la moral de Wawrinka, como hacen los grandes en tierra, cambiando de ritmo, moviendo la bola de aquí a allá, desgastando a su adversario para invitarle al fallo.

Una ruptura en el quinto juego del segundo set le sirvió para irse arriba. Ahí, Wawrinka, 27 del mundo, empezó a ver la pista más pequeña, la final más lejana, y el español, apoyado por el público de la central, se agrandó aún más. Acabó muy bien el tenista de Jávea -algo dubitativo al principio- muy entero, muy sólido, con el brazo muy suelto y con otro 'break' en el último juego para firmar el 6-3 definitivo y llevarse el partido. Se desquitó además de la derrota que el suizo le infligió hace dos años en los dieciseisavos de final del Godó y deshizo, a su favor, la igualdad que hasta hoy había entre ambos (dos victorias para cada uno en sus duelos en el circuito).

Cumplió además con los pronósticos del torneo, porque el primer cabeza de serie, Rafael Nadal, y el segundo favorito, él mismo, jugarán la final del Abierto de Barcelona. Una final de altura entre dos de los mejores especialistas del mundo en arcilla.

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