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Hezbolá dice que la violencia era una reacción a las decisiones del Gobierno

El numero dos de la organización político-terrorista de Hezbolá, Naim Kasem, se ha reunido exultante con la delegación de la Liga Árabe, un día después de que el Gobierno de Siniora anulara las decisiones que fueron consideradas por los terroristas chiíes como una "declaración de guerra" y que provocaron intensos enfrentamientos. Kasem ha exigido, ahora, una discusión de la "ley electoral y el gobierno de unidad nacional".

El numero dos de la organización político-terrorista de Hezbolá, Naim Kasem, se ha reunido exultante con la delegación de la Liga Árabe, un día después de que el Gobierno de Siniora anulara las decisiones que fueron consideradas por los terroristas chiíes como una "declaración de guerra" y que provocaron intensos enfrentamientos. Kasem ha exigido, ahora, una discusión de la "ley electoral y el gobierno de unidad nacional".
(L.D- R. C.)  Originalmente estaba previsto que asistiera a la reunión el secretario general de la organización político-terrorista, Hasan Narsala, pero finalmente le sustituyó su número dos, Naim Kasem.
 
Kasem compareció exultante tras la anulación ordenada por el Gobierno del cierre de la red de comunicación de la organización político-terrorista -hecho que demuestra que Hezbolá funciona como un estado dentro de un estado- y ha restituido al jefe de seguridad del aeropuerto internacional Rafiq Hariri de Beirut, vinculado a la organización islamista. Hezbolá se muestra fuerte y preparada para marcar los tiempos.
 
Ha reconocido que la violencia de la semana pasada que se cobró más de 60 muertos era una reacción a las medidas adoptadas por el Ejecutivo libanés.
 
"La solución debe realizarse bajo el patrocinio de la Liga Árabe y debe contener dos puntos: la ley electoral y el gobierno nacional de unidad", dijo Kasem en rueda de prensa.
 
"Nosotros -continuó- rezamos porque Alá es misericordioso con los mártires y va a curar a los heridos. Nosotros saludamos al Ejército por su actuación y por ser una institución que garantiza la paz civil".
 
Kasam reivindicó la persecución de un escenario en el que no haya "vencedores ni vencidos", en el que nadie tenga el monopolio sobre las decisiones del gobierno. "Queremos cooperación en la guía del curso del país", continuó.
 
Tras el retroceso del gobierno anti sirio y plantear sus exigencias, Hezbolá considera ahora que se abre una nueva etapa que debe estar gobernada por el diálogo y el consenso en orden de encontrar una solución.
 
Hezbolá, continuó, “esperará a que la delegación árabe anuncie un resultado que satisfaga a los dos bloques. No vamos no discutiremos nada de lo que no estuviera encima de la mesa antes de los últimos incidentes”
 
La mano derecha de Hasan Narsalá, acusado de estar protegido por Irán y Siria, criticó la injerencia extranjera. “Si alguien cree que se puede beneficiar de una injerencia extranjera en la imposición de sus condiciones, está equivocado. Nosotros reconocemos a la otra parte y ésta debe reconocernos a nosotros. Nosotros representamos a una amplia proporción de población y el otro partido está también fuertemente representado”.
 
Líbano está fracturado en dos bloques, el progubernamental liderado por Saad Hariri, y la oposición liderada por los terroristas de Hezbolá, y llevan siete meses sin encontrar un candidato de consenso para ocupar la presidencia del país, después de que terminará el mandato de Emile Lahoud.

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