L D (Agencias) A partir de las siete de la tarde la plaza de la Virgen Blanca, en el centro de la ciudad, se convertió en el escenario de este acto de repulsa, presidido por una pancarta con un lema consensuado por PNV, PP, PSE, EA, IU y Aralar: "ETA ez Askatasuna-Por la Libertad ETA no".
Estuvieron presentes, entre otros, el lehendakari, Juan José Ibarretxe; el presidente del Senado, Javier Rojo; el secretario general del PSE, Patxi López; el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso; el consejero vasco de Interior, Javier Balza; y los parlamentarios de IU Kontxi Bilbao y de EA Rafael Larreina.
Tras cinco minutos de silencio, dos jóvenes leyeron un texto consensuado por todos los partidos convocantes en el que se condenó el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel en el atentado de Legutiano-Villarreal de Álava y se expresó la solidaridad con los heridos, la familia de los afectados y la Guardia Civil.
El documento manifiestó la voluntad de seguir manteniendo la unidad de todas las fuerzas democráticas para derrotar al terrorismo y para "proteger y defender ahora y siempre la vida y la libertad que son los más preciados e irrenunciables derechos de toda persona". Además, las fuerzas políticas que suscribieron el texto expresaron su determinación de seguir trabajando "por la libertad y la democracia combatiendo sin descanso a quien está tratando de imponer a este país un proyecto totalitario a través del terrorismo".
Asimismo, en el manifiesto se exigió la "disolución inmediata de ETA" y se le dice a la organización terrorista que "debe saber una vez más que no conseguirá ningún objetivo político con su terror". "Que sepan que no doblegarán ni nuestro empeño en acabar con su actividad criminal, ni nuestras profundas convicciones democráticas en defensa del Estado de Derecho", añadía el texto.
El comunicado concluyó advirtiendo a los autores de este atentado y al resto de los terroristas que "solo les espera la aplicación de la Ley, la acción policial y el ejercicio de la justicia".
La concentración duró unos diez minutos en total y al concluir con aplausos de los presentes se ha escuchado un grito de "¡Viva la Guardia Civil!, ¡Viva España!", respondido con "vivas" por algunos de los asistentes.
Estuvieron presentes, entre otros, el lehendakari, Juan José Ibarretxe; el presidente del Senado, Javier Rojo; el secretario general del PSE, Patxi López; el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso; el consejero vasco de Interior, Javier Balza; y los parlamentarios de IU Kontxi Bilbao y de EA Rafael Larreina.
Tras cinco minutos de silencio, dos jóvenes leyeron un texto consensuado por todos los partidos convocantes en el que se condenó el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel en el atentado de Legutiano-Villarreal de Álava y se expresó la solidaridad con los heridos, la familia de los afectados y la Guardia Civil.
El documento manifiestó la voluntad de seguir manteniendo la unidad de todas las fuerzas democráticas para derrotar al terrorismo y para "proteger y defender ahora y siempre la vida y la libertad que son los más preciados e irrenunciables derechos de toda persona". Además, las fuerzas políticas que suscribieron el texto expresaron su determinación de seguir trabajando "por la libertad y la democracia combatiendo sin descanso a quien está tratando de imponer a este país un proyecto totalitario a través del terrorismo".
Asimismo, en el manifiesto se exigió la "disolución inmediata de ETA" y se le dice a la organización terrorista que "debe saber una vez más que no conseguirá ningún objetivo político con su terror". "Que sepan que no doblegarán ni nuestro empeño en acabar con su actividad criminal, ni nuestras profundas convicciones democráticas en defensa del Estado de Derecho", añadía el texto.
El comunicado concluyó advirtiendo a los autores de este atentado y al resto de los terroristas que "solo les espera la aplicación de la Ley, la acción policial y el ejercicio de la justicia".
La concentración duró unos diez minutos en total y al concluir con aplausos de los presentes se ha escuchado un grito de "¡Viva la Guardia Civil!, ¡Viva España!", respondido con "vivas" por algunos de los asistentes.