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Beirut recupera la normalidad con el desmantelamiento de las tiendas de campaña

En Beirut se respira un ambiente de júbilo y alivio. "Es como si hubiéramos estado en la cárcel y nos hubieran liberado finalmente", dice Hamid al-Bakkar a periodistas de Now Lebanon mientras saborea una taza de café y mira cómo empieza a recuperarse el pulso vital de una de las arterias del centro de la capital prácticamente desierta tras la ola de violencia desatada por Hezbolá y que dejó el país al borde de la guerra fraticida.

En Beirut se respira un ambiente de júbilo y alivio. "Es como si hubiéramos estado en la cárcel y nos hubieran liberado finalmente", dice Hamid al-Bakkar a periodistas de Now Lebanon mientras saborea una taza de café y mira cómo empieza a recuperarse el pulso vital de una de las arterias del centro de la capital prácticamente desierta tras la ola de violencia desatada por Hezbolá y que dejó el país al borde de la guerra fraticida.
(LD. R.C. ) "Ha habido por fin un movimiento" decía Nour Chouman, una joven de 23 años, con cierto optimismo aunque reconocía que "se ha pagado un precio hasta llegar donde estamos ahora, pero nos tienen que dejar que sigamos hacia delante y no hacia atrás".
 
Esta mañana se han conocido las cláusulas del acuerdo de Doha entre el bloque de la mayoría progubernamental y la oposición libanesa alcanzados en Qatar y que pone fin a los seis meses de vacío institucional. El primer punto insta a nombrar en menos de 24 horas al general Michel Sleiman como presidente del país.
 
El segundo punto pasa por la creación de un gobierno nacional de unidad con 16 miembros de la mayoría parlamentaria, 11 para la oposición y tres a elegir por el presidente electo. El tercer punto aboga por recuperar la ley electoral de 1960 y la división de Beirut en tres distritos electorales.
 
Las consecuencias del acuerdo de Doha se empezaron a notar a primera hora de la tarde en Beirut. Las tiendas de campaña levantadas por los partidarios de la oposición liderada por Hezbolá durante los pasados días de enfrentamientos comenzaban a desaparecer del paisaje urbano. Simpatizantes del Movimiento Amal –aliado de Hezbolá- celebraban con música los acuerdos de Doha por ser la consecución de sus objetivos.
 
Se espera que las calles queden completamente limpias en las próximas horas y que los ciudadanos vuelvan a las calles de las que han sido apartados durante semanas.
 
"Nosotros sólo necesitamos estabilidad" decía a Now Lebanon el jefe del Hotel Sindícate, Pierre Achkar, poniendo la vista en la recuperación del turismo. "Gradualmente, la industria del turismo volverá de nuevo”. “Una vez que la gente extranjera vea que tenemos el deseo de alcanzar una situación de estabilidad, volverán a querer venir de nuevo", apreció.
 
Dada la compleja realidad del Líbano –un territorio de la superficie de Asturias con 18 comunidades étnicas y religiosas distintas y sometido a injerencias sirias e iraníes- el alivio generado por los acuerdos de Doha corre el peligro de ser demasiado efímero.

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