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La Justicia francesa imputa a los etarras detenidos en Burdeos

Los etarras arrestados esta semana en Burdeos, entre ellos el considerado jefe de la banda terrorista, Javier López Peña, han sido imputados, entre otros delitos, por asociación de malhechores con vistas a preparar actos de terrorismo y por extorsiones en banda organizada tras comparecer ante la Justicia francesa. Al frente de la instrucción está la juez antierrorista Laurence Le Vert.

Los etarras arrestados esta semana en Burdeos, entre ellos el considerado jefe de la banda terrorista, Javier López Peña, han sido imputados, entre otros delitos, por asociación de malhechores con vistas a preparar actos de terrorismo y por extorsiones en banda organizada tras comparecer ante la Justicia francesa. Al frente de la instrucción está la juez antierrorista Laurence Le Vert.
L D (EFE) Los imputados son Javier López Peña, consdierado jefe de la banda terrorista, Ainhoa Ozaeta, de 33 años, Igor Suberbiola (29) y Jon Salaberría (38). Todos ellos fueron detenidos el pasado martes en un pequeño apartamento de la ciudad francesa de Burdeos.

Los cuatro han sido imputados por asociación de malhechores con vistas a preparar actos de terrorismo y por extorsiones en banda organizada, además de por receptación de robos, incluso a mano armada, en banda organizada, uso de matrículas falsificadas, documentación falsa, tenencia ilegal de armas y municiones, y tenencia o transporte de productos incendiarios o explosivos, y de sustancias que entran en la composición de artefactos explosivos.
Todo ello, en relación con "una empresa individual o colectiva" destinada a "perturbar gravemente el orden público por medio de la intimidación o el terror". La pena máxima que conllevan estos delitos -que implican un juicio ante el Tribunal Especial de lo Criminal, y no ante el Correccional- es de 30 años de prisión, según la Fiscalía de París, que pidió para todos el ingreso en prisión preventiva. Tras su imputación por magistrados antiterroristas, entre ellos Laurence Le Vert, la máxima experta en sumarios de ETA, los cuatro comparecieron ante un juez de las libertades y la detención para que dictara su ingreso en prisión preventiva.

También ha sido imputado, pero por menos cargos, el francés Louis Fort, de 75 años, detenido el pasado miércoles en Bayona, y que, según fuentes de la investigación, alquiló a los etarras en agosto de 2007 el apartamento de Burdeos. Procesado por asociación de malhechores con fines terroristas, entre otros cargos, Fort quedó en libertad bajo control judicial, aunque la Fiscalía había pedido su ingreso en prisión.

López Peña, en la clandestinidad desde 1983, que se cree que estuvo un tiempo en Sudamérica y fue condenado en rebeldía en Francia a penas de ocho y dos años en 2005 y 2007, es considerado el máximo dirigente de ETA. Se dice que entró en la dirección de la banda terrorista hace más de dos años y participó en las negociaciones con el Gobierno durante la tregua falsa declarada en marzo de 2006.

Fuentes de la lucha antiterrorista española le atribuyen la decisión de romper el alto el fuego con el atentado de diciembre de 2006 contra el aeropuerto madrileño de Barajas, en el que murieron dos ecuatorianos.
En el pequeño piso donde fueron detenidos, la policía encontró cinco pistolas automáticas, una pequeña cantidad de clorato para explosivos, unos 1.000 euros en efectivo, ordenadores portátiles, mucho material informático, diversos juegos de documentos falsos, abundante documentación interna de la banda, material para copiar matrículas de coche y placas falsificadas. También fueron incautados dos coches, robados en Francia.

Los investigadores aguardan el análisis de los ordenadores para calibrar las funciones de los cuatro presuntos etarras en la banda.

Azoeta pudo ser quien leyó el comunicado en el que ETA anunció la tregua de 2006. Salaberria fue parlamentario de Batasuna y Suberbiola miembro de Haika y Jarrai.

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